Los hijos de Rosendo da Silva declaran con la esperanza de que acabe "este calvario"

La abogada de la acusación sostiene que "no espera mucho o nada" de las comparecencias de Cristian y Verónica, dada su condición de familiares directos del líder de la orden

Dos hijos del líder de la Orden y Mandato San Miguel Arcángel, Feliciano Miguel Rosendo da Silva, han acudido a declarar en el Juzgado de Instrucción 1 de Tui con la esperanza de que "esto termine cuanto antes porque es un calvario", según ha expresado su abogada, Teresa Quintana-Drake.

Alrededor de las 9.30 horas han llegado a sede judicial Cristian y Verónica, esta última en silla de ruedas ayudada por una prima, ya que padece una discapacidad del 81%, según ha concretado su letrada, quien cree "bastante desagradable" este trance para la chica.

Quintana-Drake ha detallado que ya declaró anteriormente en sede judicial, pero que es la primera vez que lo hace su hermano, quien está casado con Miriam Lima, una de las pseudomonjas -no fueron consagradas por la Iglesia católica- de la orden, que declarará el viernes junto a la mujer de Rosendo.

La abogada de la defensa se ha quejado de que el sumario de esta causa es "extraño" y no ha descartado que Cristian acabe siendo investigado.

La abogada de la acusación, Ana Reguera, ha señalado al respecto que de lo que se desprende de la investigación, el hijo de Rosendo no tendría por que ser investigado.

Reguera ha manifestado a la entrada en los juzgados que "no espera mucho, nada", de las declaraciones de este jueves, ya que se trata de familiares directos del líder de la orden, quien permanece en prisión provisional desde diciembre de 2014.

Es el único de la más de una decena de investigados en la causa al que imputan un delito de abusos.

La causa judicial investiga también la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita y contra la Hacienda Pública.

La Orden y Mandato de San Miguel Arcángel fue reconocida por la Diócesis de Tui-Vigo en julio de 2009 como asociación pública de fieles con derecho diocesano.

La Diócesis tuvo conocimiento de unas supuestas "irregularidades" en diciembre de 2012 y para comprobar su veracidad nombró a un visitador canónico.

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