Los concellos prevén un 2011 crítico por la deuda y la caída de ingresos

La caída de los ingresos --por transferencias y por recaudación de impuestos--, el incremento de la deuda y la devolución de los anticipos a cuenta cobrados de más son los tres factores que dibujan un panorama muy negro para los ayuntamientos gallegos. Todos los expertos coinciden en señalar que el 2011 será un año tremendamente complejo para las arcas municipales. Y los datos y previsiones no hacen más que reforzar esa hipótesis: el próximo ejercicio se agravará todavía más la mala situación de la financiación local.

El principal problema de los ayuntamientos tiene que ver con el descenso de los ingresos. En pleno proceso de elaboración de las cuentas para 2011, los datos del ejercicio en curso son desalentadores. Tal como demuestran las estadísticas del Ministerio de Economía y Hacienda, prácticamente la mitad de los concellos presupuestaron unos ingresos un 25% inferiores a lo que recaudaron en 2009. Pero algunos casos hacen saltar todas las alertas. El Ayuntamiento de Vilarmaior prevé acabar el año ingresando 770.000 euros, frente a los 1,6 millones del año anterior. Esa caída --del 54,4%-- es similar a la que pronostican otros municipios como San Cristovo de Cea (57%), Baleira (51,4%), Padrenda (50,4%), Muxía (49,5%), Ribas de Sil (47,4%), Cartelle (46,6%) o Xinzo de Limia (44,7%).

Las arcas municipales notarán ese brutal descenso de los ingresos por varias razones. Una de ellas es la reducción de las transferencias procedentes de otras administraciones, como la autonómica o la central. A falta de que se publique la contabilidad de 2009, las cifras estimadas apuntan a una caída del 4% de las cesiones intergubernamentales en Galicia, una partida cuyo peso ronda el 50% de los ingresos anuales de las arcas municipales.

A este factor se le une el progresivo incremento de la deuda municipal. Aunque la administración local en Galicia es una de las que menos recurren a esta fórmula en España, los datos del Ministerio de Economía sitúan en 670,2 millones de euros la deuda viva de los concellos a 31 de diciembre de 2009. Esta cifra supone un 5,2% más que un año antes. Y sólo refleja la deuda financiera, lo que no incluye las cantidades pendientes de abonar a Hacienda o a proveedores.

Fiscalidad
Pero el auténtico caballo de batalla para más de un experto radica en la baja tributación de los municipios gallegos, lo que agrava la dependencia de las transferencias. Algunos economistas ven necesario aumentar las partidas procedentes de las autonomías y el margen de actuación. "Los gobiernos regionales han sido bastante rácanos, al dar fundamentalmente transferencias condicionadas destinadas a proyectos concretos", asegura Javier Suárez Pandiello, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, quien avisa de que la incertidumbre afecta a la hora de elaborar los presupuestos. Pero otros tienen la firme convicción de que parte del problema radica en que los municipios gallegos podrían recaudar más por vía impositiva y no lo hacen.

El mejor ejemplo está en el Impuesto de Bienes Inmuebles (Ibi), conocido popularmente como la contribución. Se trata de la principal fuente de ingresos tributarios, por delante del impuesto de circulación o del IAE. Los concellos gallegos esperaban recaudar el año pasado unos 374 millones de euros por este concepto, un 17% más que el anterior gracias a la revalorización de terrenos y al incremento del parque inmobiliario. Pero lo cierto es que esa cantidad podría ser todavía mayor.

Muchos ayuntamientos gallegos aplican en este gravamen una tasa del 0,4%, la mínima permitida por ley. Podrían elevarla varias décimas, pero sería una medida impopular que afectaría a la práctica totalidad de los vecinos. Y más con las elecciones a la vuelta de la esquina. "La solución es la subida de impuestos, yo no soy partidario de aumentar las transferencias", asegura Santiago Lago, profesor de Economía Aplicada de la Universidade de Vigo. Su pronóstico para 2011 es pesimista: "Habrá concellos que dejen de pagar las facturas, iso se va a generalizar porque las nóminas son lo último que van a tocar", augura Lago.

Rescates financieros
"Es muy posible que haya que rescatar concellos, la situación actual es crítica", advierte Santiago Lago, uno de los mayores expertos sobre financiación local en Galicia. Lago admite ser "pesimista" por el estado de las finanzas en el ámbito local. Y no duda en aconsejar que las instituciones superiores (Xunta, diputaciones...) elaboren un protocolo de actuación para "contemplar qué hacer" en caso de que un ayuntamiento gallego llegue en la práctica a una situación de quiebra técnica por ser incapaz de hacer frente a sus obligaciones.

Lago vincula las estrecheces económicas de los concellos gallegos con la oposición de la mayoría de los alcaldes a subir impuestos, ya que Galicia es una de las comunidades con menor presión fiscal de España. "Hay un margen muy amplio para actuar, pero la proximidad de las elecciones es un problema", subraya.

El rechazo a utilizar esta vía provocará, según Lago, graves problemas el año que viene y también en 2012, sobre todo en los concellos de menos de 10.000 habitantes. Y aumentarán los impagos. "Se disparará la mora a los provedores; las nóminas son lo último que se toca", sentencia.

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