Los buzos se encuentran ya en la zona del naufragio del barco pesquero Santa Ana, junto a la isla Erbosa, a media milla de Cabo Peñas, para tratar de entrar en el pecio, en cuyo interior se cree que quedaron atrapados los seis tripulantes aún desaparecidos.
Fuentes de Salvamento Marítimo han explicado a Efe que el operativo de rescate ha iniciado los "preparativos previos" a las 8.00 horas, antes de la llegada de especialistas en actividades subacuáticas, que se sumergirán "a lo largo de la mañana".
Los buzos tratarán de entrar después de que el operativo de rescate lograra ayer dotar de suficiente estabilidad al pesquero, sumergido desde el naufragio del pasado lunes en una zona rocosa de fuertes corrientes, para garantizar la seguridad de los especialistas de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo.
Las maniobras realizadas con un remolcador, que tiró del pecio mediante una cadena atada a la proa del pesquero, lograron que el barco quedara fijado en posición vertical con la popa encajada en una grieta del fondo marino.
Un total de 30 buzos de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo realizarán hoy dos operaciones simultáneas para entrar en el interior del Santa Ana, de 35 metros de eslora.
El equipo de los GEAS de la Guardia Civil entrará por la puerta de cubierta para tratar de llegar por el interior a los camarotes de popa, donde se cree que pudieron quedar atrapados los seis tripulantes desaparecidos, mientras los buzos de Salvamento Marítimo harán un agujero por la popa para garantizar un acceso alternativo.
En la zona se mantiene el operativo de búsqueda en superficie con la participación de cuatro embarcaciones de Salvamento Marítimo y una patrullera de la Guardia Civil, además de un helicóptero y un avión.
Tras varios intentos frustrados, el Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) logró a lo largo de la tarde del jueves mover y asegurar la posición del Santa Ana para evitar que la corriente lo haga zozobrar, asegurando así el escenario para la incursión de los buzos prevista para este viernes.
Una operación realizada ayer jueves por la tarde con una cadena de gran resistencia atada por los buzos al castillo de proa, sobre la que se ha ejercido durante media hora una fuerza de más de cuarenta toneladas desde un remolcador de Salvamento Marítimo, ha permitido comprobar que el pesquero ha quedado estabilizado y ya no se mueve por el efecto de las fuertes corrientes marinas.
Los buzos llevaban varios días realizando operaciones de aproximación al Santa Ana, de 35 metros de eslora y unas 300 toneladas de peso, naufragado en la madrugada del pasado lunes tras embarrancar en la isla Erbosa, a media milla de Cabo Peñas y en una zona rocosa de fuertes corrientes donde baten las olas, lo que aumentaba aún más la peligrosidad.
Aprovechando la mejora de las condiciones del mar respecto a días pasados, los buzos lograron ayer llegar al barco para atar los cabos con los que se ha desplazado el barco hasta que ha quedado fijado sobre una grieta del fondo marino.
