La Operación Atalanta no intentará liberar el Vega 5

El barco Vega 5, propiedad de una empresa participada por Pescanova y secuestrado en el Índico con 24 tripulantes a bordo, dos de ellos gallegos, no será liberado por los barcos de guerra europeos.

Así lo indica este viernes un diario español citando una conversación mantenida con el portavoz de la Operación Atalanta, quien señala que "no sabemos si los tripulantes están bien, porque no conseguimos contactar con el barco. Y no vamos a intervenir porque nuestra experiencia en estos casos es que, cuando nos aproximamos a un barco secuestrado, los piratas amenazan a los rehenes. Y su seguridad es nuestra prioridad".

Por lo tanto, los 1.980 militares que conforman el despliegue de la Unión Europea contra la piratería --junto con más de una veintena de buques y aeronaves-- dejarán que la nave apresada por los piratas llegue a Somalia. Precisamente este viernes, el Gobierno reconocía por primera vez que los marineros gallegos están secuestrados, después de calificarlo de ''incidente'' en los últimos días.

Un negocio con 664 rehenes

"Todo depende ahora de la negociación", han señalado desde la Operación Atalanta, puesta en marcha por nueve estados, España entre ellos. Los piratas también lo saben, y juegan con el hecho de que pocos Gobiernos están dispuestos a asumir la muerte de un marinero antes de pagar un rescate.

Aún así, el fotoperiodista gallego José Cendón, secuestrado por piratas somalíes mientras realizaba un reportaje en el país africano, señaló en declaraciones a este diario que, echando la vista atrás, "yo sólo recuerdo un caso en el que (los piratas) mataron a un chino y recientemente a otro marinero pero casi por accidente, entre comillas, porque se les disparó un arma cuando tomaron el barco. ¡Pero estamos hablando de miles de secuestrados!", recalcó Cendón.

Efectivamente, el número total de rehenes a día de hoy en manos de los corsarios asciende a 664, la base de "un negocio fundamentado en que los Gobiernos saben que si pagan los devuelven sanos y salvos".

La 'excusa': pesca ilegal y residuos tóxicos
Mientras, en el Índico, los barcos que faenan con bandera española siguen siendo objeto de los piratas. Este domingo el susto se lo llevó el Albatun II, una embarcación vasca que logró finalmente escapar de un esquife de corsarios que lo persiguión por el Océano durante nueve horas. El atunero ha realizado una maniobra evasiva a toda máquina y los piratas han desistido de su intento. No ha habido disparos, pese a que el buque lleva vigilancia privada a bordo. Casos como éste seguirán repitiéndose, según consideró José Cendón, porque los somalíes "encontraron en la piratería un negocio muy grande".

El fotoperiodista, que permaneció 40 días en manos de los corsarios en el 2009, definió a sus captores como "hombres de negocios, porque es cierto que son los mejores hombres de negocios", y señaló que para poder quejarse "habría que quitarles primero la excusa de la pesca ilegal y del depósito de residuos tóxicos en sus costas". Encontrarían otro argumento, afirmó el gallego, pero al menos estados como España tendían la "autoridad moral" para hacer reproches "porque si pescas ilegalmente en un país y después protestas porque te secuestran los barcos...", criticó.

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