Los acusados de retener a una persona en Rianxo en febrero de 2007 niegan los hechos en el juicio

Las cuatro personas acusadas de retener a un hombre durante varios días en febrero de 2007 en la localidad coruñesa de Rianxo negaron los hechos en la mañana de este miércoles, durante la primera sesión del juicio que se celebra contra ellos en la sede compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña.

Los cuatro están acusados de los delitos de detención ilegal, lesiones y amenazas. El denunciante --que no se presentó en la vista oral y que es conocido como el Cuco-- los acusa de haberlo amenazado de muerte, golpearlo e incluso atarlo con una brida de plástico para impedir que se fuese de la casa de la principal acusada (F.D.G), a la que debía 1.200 euros. Este domicilio funcionaba como punto de encuentro habitual para toxicómanos, que se reunían allí para consumir cocaína y heroína.

Al parecer, los hechos comenzaron con una disputa por un robo que se había cometido en la casa y del que el Cuco acusaba a dos de los imputados --el matrimonio formado por A.N.A. y por A.P.B--, mientras estos últimos se lo atribuían al primero, lo que desencadenó una fuerte discusión en la casa de la pareja.

Una vez aclarado este asunto, varios de los implicados se dirigieron a comprar y a consumir droga en la casa de F.D.G., donde la supuesta víctima indica que lo retuvieron para asegurarse de que iba a pagar la deuda contraída. En cambio, los imputados sostienen que O Cuco estaba allí por propia voluntad y que se fue libremente mientras uno de ellos dormía.

DECLARACIÓN DE LOS ACUSADOS

F.D.G. reconoció ante el juez que hubo una disputa, aunque puntualizó que "fue una tontería" y negó que alguien hubiese amenazado o golpeado al denunciante. "El Cuco estaba colocado y empezó a decir barbaridades y a ponerse en tono amenazante", relató; "pegué un golpe sobre la mesa harta de que dijese tonterías".

"Le daban arroutadas y luego se calmaba", explicó la mujer, quien reiteró que la supuesta víctima estaba en su vivienda por propia voluntad. "Estaba más pancho que el cuco", ironizó; "no lo eché porque estaba que se caía". En cuanto a las lesiones que el hombre presentaba y que aparecen reseñadas en un parte médido, F.D.G. adujo que "se las haría él, así como es de mentiroso". "Lo más seguro es que no me quisiese pagar y por eso intentó meterme en un lío", sentenció.

Otro de los acusados (F.P.G.) incurrió en varias contradicciones con sus primeras declaraciones durante su relato, lo que atribuyó a que "debía estar drogado". En cuanto a A.P.B, reconoció que había pegado un par de bofetadas al Cuco porque se había "alterado" cuando este lo acusó de un robo aunque matizó que era "imposible" que le hubiese provocado lesiones de importancia. Sobre el hecho de que lo implicase en el secuestro opinó que "me tendría manía". Su mujer corroboró esta versión y aseguró que el Cuco "tenía una película mental en la cabeza".

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