Las farmacias gallegas volverán a cobrar tarde las recetas de diciembre

Los farmacéuticos de Galicia cobrarán tarde ya que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) pagará el 60 por ciento del coste de los medicamentos dispensados con receta en las farmacias el pasado mes de diciembre con, al menos, 45 días de retraso. Así se desprende del informe Observatorio del Medicamento en Galicia publicado hoy por la Federación de Farmacias de Galicia.

Como consecuencia de estos retrasos, "habituales en los últimos años", las aproximadamente 1.400 farmacias que operan en la comunidad "se ven obligadas a pedir créditos bancarios para afrontar los pagos a proveedores", señala dicho informe.

En el conjunto del Estado, los impagos a las farmacias superaban a final del año 2012 los 1.000 millones de euros. Los datos del Observatorio apuntan a un descenso del gasto farmacéutico del 7 por ciento el pasado mes de diciembre.

En el acumulado interanual el número de recetas cae en Galicia un 8,7 por ciento, un punto por encima del conjunto del Estado, con una reducción del gasto medio por receta de 6,1 por ciento. El gasto total descendió de los 829,19 millones de euros del año anterior a los 710,43 millones de euros de este año, un 14,32 por ciento frente a la media nacional del 12,2 por ciento.

Las previsiones a corto plazo indican que no va a continuar la fuerte contención en el número de recetas y en el gasto y la situación tenderá a normalizarse dentro de la reducción. En cualquier caso es previsible un mayor gasto en febrero por la influencia de la demanda.

El Observatorio del Medicamento en Galicia lleva analizando la demanda de medicamentos a través del consumo de recetas desde el pasado mes de agosto, concluyendo que por primera vez desde hace 29 años la demanda ha disminuido.

La disminución de la población, el efecto disuasorio del copago y efecto de la desfinanciación de medicamentos son los factores que explican este descenso en el número de recetas.

El informe del Observatorio rechaza también el sistema de "precios notificados" -un precio de facturación al Sistema Nacional de Salud (SNS) diferente al precio de venta al público (PVP-IVA)- y alerta de que la extensión de este sistema a todo el mercado constituiría una catástrofe para la distribución, las farmacias "pero también para los ciudadanos que no dispongan de recetas del Sistema Nacional de Salud".

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