"Tenemos una apuesta en Europa y Europa hizo una apuesta en Rozas". Son las palabras de Bartolomé Marques, subdirector del Inta y uno de los promotores de un proyecto que situará al aeródromo de Castro de Rei, y con él a toda la provincia de Lugo, en el mapa del futuro, que pasa, dicen, por la innovación en un sector, el de los aviones no tripulados, que en la próxima década generará 70.000 euros de negocio.
El centro de investigación para el desarrollo de tecnologías asociadas a las aplicaciones civiles de vehículos aéreos no tripulados de Rozas —UAV en sus siglas en inglés pero más conocidos como drones— será el primero en Europa, ya que hasta ahora para realizar estos estudios se han utilizado aviones con piloto y no unos pájaros de metal que cada vez ganan más espacio aéreo y más peso en la carrera industrial, que quedó clara con el elevado número de empresas que se interesaron en un proyecto que da sus primeros pasos, o aleteos en este caso.
Más de 200 firmas a nivel internacional —llegadas de toda España, distintos rincones de Europa y otros lugares más lejanos como Israel o EE.UU.— participaron los últimos dos días en el workshop organizado desde la Xunta en Santiago para iniciar los contactos para encontrar un socio tecnológico, una dura criba que según predijo este martes el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, probablemente acabe con una colaboración entre varias firmas y no con un único nombre. Conde lo dijo cuando hacía de anfitrión de los representantes de esas empresas, que este martes pudieron recorrer este aeródromo de Castro de Rei.
