Las cenizas de Asunta siguen en casa de una amiga de la familia materna

No hay una ley concreta en el código español para un caso, en el que los responsables directos, son culpables de su asesinato. La vista del 23 de febrero podría decidir quién custodiará los restos
Alfonso Basterra y Rosario Porto
photo_camera Alfonso Basterra y Rosario Porto

Las cenizas de Asunta Basterra permanecen en casa de una amiga de la familia materna más de dos años después del asesinato de la niña compostelana, en septiembre de 2013, ante la falta de una ley que decida quién es el responsable directo de los restos.

Normalmente los dos progenitores, o uno de ellos, serían los destinatarios de las cenizas de un menor fallecido. Pero este caso es excepcional, dado que los dos padres permanecen en la prisión de Teixeiro cumpliendo 18 años de condena por el asesinato de su hija. Aunque esta sentencia no es firme y está prevista la vista del recurso en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia el próximo 23, en la que de ser absueltos o Rosario Porto o Alfonso Basterra, el que quedara en libertad podría reclamar el derecho a decidir sobre el destino de los restos de Asunta.

Según especialistas consultados por El País, no está claro quién obtendría la custodia de las cenizas de Asunta, ya que no hay una ley ad hoc para una situación como esta. Aunque sí coinciden en que es un caso que debe estudiar el Código Civil.

Hay varios escenarios probables, en los que dependiendo del juez, se podría aplicar que la capacidad de los padres prevalece o se impone la normativa de herencia, por la que los padres al ser condenados por su asesinato serían indignos. Otra posibilidad sería que se impusiera el derecho sobre la tutela de la memoria. En este último caso, el Ministerio Fiscal podría ser el tutor de las cenizas o ser el pariente más cercano, su abuelo paterno, el que por vía judicial solicitase su custodia.

En cualquier caso, el juicio del próximo 23 podría resolver las dudas del destino de las cenizas de Asunta.




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