Las catedrales de Compostela y León, víctimas de una broma pesada

Primero fue Santiago y después León. Las catedrales de ambas localidades han sido desalojadas temporalmente a lo largo de la jornada de hoy tras recibir unas amenazas de bomba sospechosamente coincidentes.

La serie de bromas pesadas comenzada esta mañana en Compostela, donde el deán Segundo Pérez recibió una llamada de teléfono en su despacho, aproximadamente a las 11:15 horas, en la que se le advirtió de la existencia de un artefacto explosivo. Fue una comunicación con una duración mínima, puesto que el interlocutor enseguida colgó, según el relato del religioso. Pérez, que ha atribuido lo ocurrido a una "chiquillada", explicó tras el suceso que los agentes de la Policía Nacional no encontraron ningún elemento sospechoso en el interior del templo.

Tras este percance y las correspondientes inspecciones -el desalojo duró aproximadamente una hora-, la normalidad regresaba a mediodía al edificio, donde la alerta suscitó un gran revuelo.

En el caso de León, la amenaza llegaba quince minutos después de la recibida en la capital gallega: a las 11.30 h. Minutos después se desplazaron hasta el lugar equipos Tedax de la Policía Nacional así como efectivos de la Policía Local, que acordonaron la zona y desalojaron del templo a unas 150 personas. Los agentes revisaron las diferentes dependencias de la catedral y, al comprobar que se trataba de una falsa amenaza, el templo quedó reabierto sus puertas con normalidad

El administrador de la catedral de León, Mario González, ha explicado que la llamada fue atendida por personal de la catedral y ha detallado que una persona anunció que "un artefacto explosivo" iba a explotar en un plazo de media hora.

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