Las campanas repicarán llamando a la 'insurrección' contra la demolición

Un retén formado por medio centenar de vecinos de Becerreá continúa haciendo guardia ante la casa del lugar de Lamas sobre la que pesa una orden de derribo por parte de la APLU, dado que acordaron con los demás y con el sacerdote de la localidad que harán sonar las campanas de la iglesia para avisar al resto del pueblo si alguien intenta ejecutar la demolición.

En declaraciones a Efe, el alcalde de Becerreá, el socialista Manuel Martínez, confirmó que, al menos de momento, "todo está tranquilo", porque no se presentaron en Lamas ni efectivos de la Policía Autonómica, como en los últimos días, ni tampoco ningún miembro de la agencia autonómica que vela por el cumplimiento de la legalidad urbanística.

En todo caso, como medida de precaución, los vecinos acordaron que habrá un "retén permanente" para vigilar por si se produce algún movimiento y, en caso de que la APLU intentase ejecutar la orden de demolición, todo el pueblo sería avisado para que acudiese "de inmediato", haciendo "sonar las campanas de la iglesia parroquial a rebato", explicó el regidor local.

Martínez reconoció que hay "una preocupación grande" entre los vecinos del municipio por los propietarios de la casa y "una solidaridad importante", por lo que expresó "su satisfacción" por el hecho de que "todo el pueblo esté unido".

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