La Xunta de Galicia pone a disposición de los jóvenes de 16 a 30 años 220 plazas en las residencias juveniles para el curso 2017-2018, de las cuales 74 se ofertan en el centro residencial LUG de Lugo, 55 en la residencia Florentino López Cuevillas de Ourense y 91 en la residencia Altamar de Vigo.
Podrán optar la estas plazas los jóvenes que estén estudiando durante el próximo curso académico y se reservan un 9% de las plazas para trabajadores y otro 9% para víctimas de la violencia de género o para hijos cuyos progenitores la hayan sufrido.
Estas residencias juveniles ofrecen, además de alojamiento en régimen de internado, una serie de servicios y actividades convencionales y educativas complementarias, intentando de este modo fomentar los valores culturales, sociales y deportivos entre la juventud.
Aquellos estudiantes que deseen optar a una plaza deberán cursar ciclos formativos de grado medio o superior, bachillerato, estudios universitarios o estudios superiores en enseñanzas artísticas. Además, será requisito que en el ayuntamiento donde radique su residencia familiar no existan centros públicos que oferten estas formaciones.
En el caso de las plazas reservadas para trabajadores, se pide que el lugar de trabajo tenga la dirección en un ayuntamiento distinto al lugar de la residencia habitual del interesado y que su contrato sea de una duración mínima de tres meses.
Para la adjudicación de plazas, los baremos genéricos son la antigüedad en la residencia, la renta de la unidad familiar, la situación de familia numerosa o monoparental, la condición de orfandad, la discapacidad de cualquier miembro de la unidad familiar y la residencia, segundo sea dentro o fuera de Galicia. Asimismo, se valorará tener un hermano con plaza renovada en la residencia, la situación laboral de desempleo sin prestación económica de los padres y, en el caso de las mujeres, estar embarazadas.
