La Consellería de Medio Ambiente confía en que a comienzos de semana se puedan dar por eliminados los restos del vertido de fuel ocurrido en el río Ulla, a su paso por el ayuntamiento coruñés de Padrón.
Cinco visitantes fluviales, un agente territorial y dos técnicos de Augas de Galicia, todos ellos dependientes de Medio Ambiente, se desplazaron hasta Padrón, donde continúan para recoger muestras del río y analizar la afección del vertido en su flora y fauna, pues éste se extendió por un radio de dos kilómetros.
Los expertos temen que algunos espacios de la Red Natura 2000, sobre todo los ubicados en la desembocadura del río Ulla, puedan verse afectados por el vertido contaminante.
La causa de vertido fue, según las primeras investigaciones, la rotura de un colector de la fábrica Cortizo, que montó un operativo integrado por empleados de la empresa y miembros de Protección Civil para limpiar los restos de fuel, junto con personal de Medio Ambiente.
Apertura de expediente
A última hora de la tarde del sábado "apenas se apreciaban restos del vertido", informó la Xunta en un comunicado.
El dispositivo de vigilancia en el tramo del río Ulla afectado por el vertido se mantendrá toda la semana. Además, la Consellería de Medio Ambiente abrió ya un expediente a la empresa peletera Picusa, propiedad del Grupo Cortizo, como responsable del vertido
El delegado provincial de la Consellería de Medio Ambiente en la provincia de Pontevedra, Juan Froján, confimó que desde un primer momento los agentes de conservación "estiveron en contacto coa empresa". Confirmó la denuncia y "la apertura de un expediente para depurar responsabilidades".
La propia fábrica montó un operativo integrado por los empleados de la factoría Cortizo, que trabaja en la labores de limpieza junto con miembros de Protección Civil y el personal de Medio Ambiente.
