La Xunta ha concluido en el primer semestre del año los trabajos de clausura de diez vertederos municipales en Galicia, lo que eleva a 259 los vertederos sellados en la comunidad desde que en 1998 se inició una política de eliminación de estas instalaciones, según informó este lunes la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas.
Los diez vertederos de residuos urbanos ya clausurados están situados en las provincias de Lugo (Pol, Paradela, O Páramo, Meira y A Fonsagrada), Ourense (A Mezquita, Sarreaus-Vilar de Barrio, Vilariño de Conso y A Gudiña) y uno en la de Pontevedra, en Covelo.
En los trabajos de clausura de estas instalaciones se han invertido 2,5 millones de euros y, según recuerda Medio Ambiente, fue un compromiso adquirido por el titular del departamento, Agustín Hernández.
Con estas actuaciones, sólo quedarían cuatro vertederos por sellar (en Touro, Pedrafita, As Nogais y Negueira de Muñiz) para concluir el plan impulsado por el Gobierno gallego, que una vez terminado habrá supuesto la clausura de 25 vertederos en toda la comunidad.
Sobre las obras pendientes, la consellería informó de que los trabajos de clausura en dos vertederos (Touro y Pedrafita) se adjudicarán a finales de verano y en ellos se invertirán cerca de 500.000 euros. Las obras en los dos restantes, As Nogais y Negueira de Muñiz, también "están previstas".
RIESGO PARA LA SALUD PÚBLICA
Con los trabajos de eliminación de estos espacios de almacenamiento de resiudos, la Xunta considera que se suprime un espacio que supone "un riesgo para la salud pública. "Pueden ser origen de incendios y accidentes, y que además constituyen un importante foco de constanminación'', sostiene Medio Ambiente.
Además, la consellería insiste en que los vertederos producen un impacto visual negativo y que de esta forma "pueden contribuír a la proliferación de más verteduras". De hecho, la última fase de los trabajos de sellado consisten en la restauración de espacios degradados.
Según detalla Medio Ambiente, este tipo de proyectos de recuperación ambiental incluyen desde la revegetación de la zona y la retirada de residuos hasta la ubicación de paneles que informan de la antigua existencia del vertedero.
Los trabajos de supresión de los distintos vertederos municipales comenzaron en Galicia con la puesta en marcha de las instalaciones de Sogama en Cerceda, en las que se centraliza el tratamiento de los residuos urbanos de la mayoría de los ayuntamientos gallegos.
