La supresión de dietas supuso un ahorro de medio millón tras la fusión de las cajas

El director general de Política Financiera de la Xunta, Manuel Galdo, ha destacado hoy que la decisión en 2012 de suprimir las dietas a los directivos de la caja de ahorros fusionada supuso un ahorro de medio millón de euros, mientras los miembros de los órganos de la obra social se redujeron de 12 a 2 y el coste salarial, que era de doce millones, cayó un 40 por ciento.

En su comparecencia en comisión parlamentaria para hablar de la situación de esta fundación, Galdo recordó que a mediados de la pasada década las cajas se vieron afectadas por la "fuerte expansión" en las cajas a causa de la "burbuja del ladrillo", que se "contagió" a la obra social.

Galdo destacó que en 2012, había una serie de "debilidades claras" en la obra social, como una fuerte carga de gastos operativos y unos "muy elevados gastos de personal directivo".

El Gobierno gallego hizo en 2012 las primeras actuaciones en torno a la obra social de las cajas, la primera de ellas la elaboración de un plan estratégico y también se tomaron decisiones como eliminar las dietas por asistencia a los órganos de Gobierno, que estaban generando "un coste muy importante".

A este respecto, señaló que estas dietas tenían un límite máximo que fijaba la administración autonómica, aunque los miembros del equipo directivo tenía la capacidad de reducir o renunciar a ellas. "Como estos hechos no se dieron, se decidió poner el límite máximo en cero euros", lo que supuso un ahorro de casi medio millón de euros, detalló, concretamente 443.483 euros en 2012.

Con la transformación de la obra social de la caja en una fundación, la Consellería de Hacienda nombró una comisión gestora, compuesta por cuatro miembros, mientras luego se nombró un patronato inicial de cinco.

Ambos órganos han venido trabajando "gratuitamente" en los últimos meses, comentó el director general, que insistió en que además de ahorrarse medio millón de euros en dietas, ninguno de los miembros de la gestora o el patronato "cobró absolutamente nada".

Manuel Galdo también destacó que se han adaptado los costes de la alta dirección, puesto que estaba "sobredimensionada", con doce directivo y un coste superior a los doce millones de euros.

Se ha pasado, dijo, a dos en la actualidad y se estableció un techo salarial del personal directivo que supone un 40 por ciento del máximo salarial y muy inferior a los de otro tipos de fundaciones de menor dimensión.

Igualmente, subrayó que los gastos de administración en estos meses se redujeron en más de un tercio y se eliminaron todas las colaboraciones que no tuviesen un carácter social claro.

Igualmente, los gastos de publicidad se redujeron un 91 por ciento, al tiempo que se redujeron alquileres o se abandonaron obras con carácter social de perfil "bajo", como el club náutico de Sanxenxo.

Galdo también destacó la reducción de alquileres "muy onerosos", como los alquileres que se pagaban en el centro Cervantes de Santiago o el Preguntoiro, que cada uno de ellos suponía un millón de euros, ni se renovaron los convenios con los teatros Colón (A Coruña) o Fraga (Vigo).

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