La política de los gestos en el Parlamento Gallego

Varios de los miembros del Hórreo agradecieron la llegada del curso estival. Con la irrupción de la Alternativa Gallega de Izquierda (AGE) en la institución, todos sus miembros dijeron adiós a las sesiones de control rutinarias, al sosiego y, en definitiva, a la tranquilidad. El huracán Beiras revolucionó el hemiciclo y con él un sinfín de ciudadanos: los preferentistas, los desahuciados, los artistas o las madres de la generación perdida de la droga tampoco desaprovecharon la ocasión de acercarse por Santiago a manifestar su indignación.
 
Sin duda la más aliviada por la llegada de las vacaciones es la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, a la que el curso político ya le costó un par de sobresaltos. Además Rojo no tuvo que lidiar sólo con la oposición sino que también con sus propios compañeros de partido. El portavoz del grupo popular, Pedro Puy, le recriminó su falta de contundencia para sancionar al portavoz de AGE. Las tensiones de la presidenta con este último fueron uno tira y afloja sempiterno de llamadas a la orden y una estela de contestaciones contundentes por parte del veterano parlamentario.

Pero no sólo la presidenta tuvo que capear el temporal. "Chulo de barra americana", "me voy, no hay Dios que le aguante" fueron algunas de las interpelaciones que tuvo que soportar el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo. Y es que la supuesta relación de Núñez Feijóo con Marcial Dorado lastró una carrera hasta el momento inmaculada.

Mucha mímica, pocas palabras
Sin embargo, sólo el 7% de la comunicación humana es a través de palabras, el restante 93% corresponde a comunicación no verbal, que tiene que ver con el tono de voz, con las microposturas o con la expresión de la cara. Entonces, ¿qué ocultan  nuestros parlametarios?

Sin duda el parlamentario que encabeza el ránking de mímica y oratoria es Beiras. Feijóo juega un rol contrario y pretende ser el gestor serio que su electorado quiere. En medio de los dos quedan Jorquera y Pachi Vázquez, eclipsados por la tensión generada entre AGE y PP. 

Cuando hablamos de comunicación política encontramos dos escuelas fundamentales: la leninista y la goebbeliana. La primera se basa en apelar a la razón, en convencer mediante el argumento. La segunda se centra más en lo emocional, en dirigir mediante la emoción y el sentimiento.

Para el experto en oratoria y lenguaje verbal, Ramón Maceiras, el ser humano es una amalgama entre razón y emoción, y dependiendo del momento gobierna una o la otra. Maceiras explica que ese hecho de que a veces la emoción matiza a la razón o viceversa es la manera de entender la propaganda moderna. Para él, justo en eso reside el éxito de Beiras. "Beiras es capaz de darte mil razones de lo que está diciendo, pero también es capaz de sentar una complicidad emocional humana contigo". Maceiras afirma que el secreto es que haya congruencia entre la expresión verbal y la no verbal y por eso deduce que "Beiras no es teatrero ni histriónico, es así de verdad". Según las teorías del lenguaje corporal lo que afirma Maceiras se ve confirmado en el hecho de que el veterano parlamentario articula sus gestos un segundo antes de acompañarlos verbalmente. Por otra banda, Beiras es un "maestro" a la hora de usar y modular la voz.

En cuanto a Jorquera, Maceiras cree que tiene una voz que "disgusta". El experto dice que esto puede corregirse, tanto la "velocidad, el tono como el timbre". "Habla demasiado rápido y siempre está riñendo" explica. Otra de los fallos del portavoz del BNG sería que vende conceptos, racionalidad, y esto también se refleja en lo no verbal. Es una persona controlada, también en sus gestos." Por lo tanto Jorquera formaría parte de la escuela leninista. Este hecho de vender conceptos se refleja en el hecho de que el nacionalista es aficionado a llevar esquemas, fotografías o recortes de periódico para explicar lo que está diciendo. "De vez en cuando, su gestualidad también transmite inseguridad", añade Maceiras. El punto fuerte de Jorquera es que "es pedagógico", explica bien al público el tema en el que se centra.

Para Maceiras el líder del PSOE, Pachi Vázquez es muy "mediocre". "Transmite poco razonamento teórico racional y nada emocional". Por lo tanto, Pachi tendría una doble asignatura pendiente, pues no tarnsmitiría ni conceptos ni sentimientos. Para Maceiras en eso residiría la "falta de tirón" del PSOE actual.

La otra estrella del Parlamento sería el presidente, Núñez Feijóo. "Trabaja muy bien para el sector al que si dirige", dice Maceiras, "da esa impresión de chico serio, buen gestor, elegante, no extremista, en definitiva, lo que cualquier madre conservadora querría que fuese su hijo". Sin embargo el experto cree que Feijóo es "todo lo contrario de Beiras" porque "cumple un papel que se le exige", él "no es congruente en la expresión verbal y no verbal". Esto puede constatarse en el hecho de que aprieta mucho los labios y usa muchos reguladores corporales, como por ejemplo "poner una mano en la cara cuando está escuchando o acariciarse la muñeca para autocontenerse y tranquilizarse. Ese tipo de regulador "también podemos encontrarlo en Beiras que tiene un gesto característico de apoyarse en el atril, es para descargar tensión, si lo estuviera apretando denotaría ansiedad" explica Maceiras.

Beiras y Feijóo polarizan a nivel político pero también gestual. "Beiras sería el exaltado, Feijóo el templado" afirma Maceiras. Demostración paradigmática de esta afirmación fue el puñetazo de Beiras, durante el el cual, mientras Rueda hace un gesto de susto y Puy pone cara de anonadado, Feijóo aguanta estoicamente, casi sin hacer ningún gesto ni moverse.

En definitiva, la próxima vez que vean una sesión de control del Parlamento hagan la prueba de mirarla con unos tapones en los oídos para fijarse en los gestos de nuestros parlamentarios, o miren un vídeo de ellos primero sin sonido y luego con él. Descubrirán si nuestros políticos son congruentes corporalmente con lo que están diciendo y verán cosas que antes les pasaban desapercibidas.

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