La nanotecnología gallega da el salto a California

Nanogap, empresa puntera nacida en 2006 en O Milladoiro, pone en marcha un laboratorio en Richmond. La fabricación de pantallas táctiles, gafas que no se deterioran o prendas que no se arrugan son algunos de los infinitos usos de las nanopartículas que producen

El sector biotecnológico gallego avanza con paso firme en su proyección internacional de la mano de embajadores como Nanogap. Nacida de un grupo de investigación de la Universidade de Santiago en 2006, esta empresa se dedica a la producción de nanopartículas, nanofibras de plata para su uso en las pantallas táctiles de ‘smartphones’ y ‘tablets’ y de clústeres cuánticos atómicos —partículas inferiores al nanómetro, la millonésima parte de un milímetro— con aplicaciones terapéuticas y antimicrobianas.



Nanogap ha crecido en un 75% de media anual en los últimos tres ejercicios

Con un equipo integrado por 30 trabajadores y una facturación que "ha crecido en un 75% de media anual en los últimos tres ejercicios", la compañía de O Milladoiro que dirige Tatiana López, acaba de poner en marcha un laboratorio en Richmond, California, con el apoyo de un socio local. Por el momento, el cometido de sus tres empleados es producir materiales estándar desarrollados en España para surtir al mercado norteamericano. "Contamos con una filial comercial en Estados Unidos desde 2010, lo que nos ha facilitado la penetración en este mercado", explica la consejera delegada.

¿Quiénes son sus clientes? Grandes empresas químicas o pymes muy innovadoras que suministran a su vez a gigantes de la electrónica y la química. La producción de marcadores médicos fluorescentes o apósitos antimicrobianos, la fabricación de pantallas táctiles y materiales como gafas y lentes que no se deterioran, prendas antibacterianas, ropa que no se arruga o materiales de construcción más resistentes son algunos de los usos de este tipo de componentes. También resultan útiles para crear circuitos electrónicos impresos para su aplicación en antenas RFID, un artilugio que utilizan industrias como la textil para seguir el recorrido de una prenda. Las posibilidades de las nanopartículas son infinitas, pues también sirven para desarrollar sensores de caducidad en los envases de alimentos o para el diagnóstico de enfermedades o el seguimiento del embarazo.



La nanotecnología implica manipular partículas con un tamaño 50.000 veces inferior al grosor de un pelo

Solo en 2014, esta empresa prácticamente triplicó la inversión en I+D+i. Además de destacar la relevancia de las ayudas públicas, López confirma que la financiación bancaria vuelve a fluir. "Desde hace un año se comienza a ver un cambio muy importante y favorable". Nanogap acaba de cerrar una ronda de financiación por 2,2 millones de euros, con el apoyo del fondo de capital riesgo Unirisco, participado por las universidades, Abanca, Banco Pastor, BPI, Inditex, San José, R y la Zona Franca; Caixa Capital Risc (CaixaBank); Uninvest y el fondo XesGalicia.

La nanotecnología implica manipular partículas con un tamaño 50.000 veces inferior al grosor de un pelo para desarrollar nuevas propiedades en materiales como los metales. La especialización de Nanogap —que en 2013 facturó más de 897.000 euros, según el informe Ardán— es tal que es la única compañía del mundo capaz de producir clústeres cuánticos atómicos.

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