Cuando pensamos en la infancia, muchos viajamos a aquellas tardes poscolegio frente al televisor, viendo el Xabarín Club, Son Goku, cantando Estou na lavadora o disfrutando año tras año de nuestra foto en la tele el día de nuestro aniversario.
Justo hoy el Xabarín cumple su mayoría de edad, dieciocho años de un programa de series, canciones y concursos que acercó nuestra lengua a tantas generaciones de niños y en el que se consiguió que muchas series de televisión se habían comenzado a ver antes en gallego que en lengua castellana.
Todo comenzó después de que la TVG encargara un espacio infantil a Suso Iglesias, que se reunió con Miguelanxo Prado. Ellos decidieron que el programa sería conducido por un jabalí al que el dibujante coruñés daría vida.
El 18 de abril de 1994 se emitía el primer programa del Xabarín Club, iniciándose un fenómeno que originaría una fidelidad masiva de la juventud gallega testificada con más de 100.000 carnés de socio registrados. Una fidelidad que Iglesias achaca a tratar a “los niños de una manera más adulta”, animándolos a cantar canciones que tienen “más que ver con el rock, con el pop o mismo con el folk” que con el género infantil.
Fue un programa de contenidos que ya tenía precedentes como La bola de cristal, que a los padres “no les molestaba ver”, porque contaba con series “que ellos conocían, como Los Picapiedra”, y escuchaban música de géneros y artistas “queya les podían gustar de antemano”. Esto era algo que garantizaba a los padres la seguridad de que los niños no estaban viendo nada que no debieran. Iglesias insiste en que el Xabarín “nunca fue un programa guardería”, y admite que una “buena labor de merchandising ” fue otra de las claves del éxito.
