La madre biológica de Noemí Lima, la joven que sospecha ser un caso de bebés robados, ha declarado hoy ante la jueza de Instrucción 7 de Vigo, en calidad de testigo, que no dio a la niña en adopción tras dar a luz, según ha confirmado a los medios el abogado de la denunciante, Raúl Vázquez.
Poco más ha trascendido de la declaración de hoy de la madre biológica, que ha tratado por todos los medios de eludir a la prensa y ha acabado amenazando con denunciar a quienes la fotografiaran, al igual que su hija, molesta por que publicaran su reciente estancia en prisión por una antigua condena por un delito de lesiones.
Noemí Lima, con claros síntomas de nerviosismo, ha evitado hacer comentarios hasta que concluya la investigación porque su madre biológica así se lo ha pedido, y ha advertido de que denunciará a los medios que publiquen imágenes de sus padres adoptivos cuando hace una semana fueron a declarar por la misma causa, quienes la semana pasada confirmaron a la jueza que en su día pagaron unas facturas que le pasaron las religiosas de la casa cuna de las Siervas de la Pasión como gastos de la adopción por diferentes conceptos y que pensaban que el procedimiento fue legal.
Recalcaron que ignoraban que la niña pudiera ser un bebé robado ni que se obligara a su madre biológica a darla en adopción.
Asimismo, dijeron que fueron a la casa cuna "buscando un posible bebé para adoptar" al poco de fallecer otro hijo suyo, y que las religiosas les dijeron que "había una chica embarazada dispuesta a dar al bebé".
Fueron las monjas, según la declaración de los padres adoptivos, quienes les dijeron que la madre biológica había quedado "debilitada" por el parto y que ellos debían hacerse cargo de una serie de gastos médicos, de ropa, teléfono y desplazamientos.
El abogado de la chica, que hoy tiene 25 años, avanzó hace siete días que tenía previsto solicitar una prueba de ADN a la madre biológica para cotejarla con la que ya se hizo la chica, cuyos resultados están guardados en un banco de datos.
El pasado 18 de septiembre fue llamada a declarar sor Pilar H.I., quien incurrió, según la versión de la denunciante, en varias contradicciones, como, por ejemplo, que nadie había dejado al bebé a las puertas de la casa cuna sino que la recogieron del hospital donde nació, el Municipal de Vigo, ahora llamado Nicolás Peña.
La religiosa reconoció, según las mismas fuentes, que cobró 47.000 pesetas en concepto de atención a la madre biológica, incluidos gastos de ropa, teléfono y taxi, y negó que firmara la inscripción del nacimiento de la niña en el registro civil, pero cuando le pusieron el documento delante dijo tener dudas.
Noemí Lima, que llevaba desde los 18 años intentando encontrar a su familia biológica, supo que era adoptada a los 11, y dos años más tarde empezó a sospechar cuando encontró una factura del hospital municipal de Vigo por importe de 104.288 pesetas.
Las monjas de las Siervas de la Pasión fueron las que tramitaron su adopción y le llegaron a decir que les fue entregada "por una señora con el rostro oculto", algo incomprensible teniendo en cuenta que había documentos, según relató en su momento la denunciante, que señalan que su madre biológica había estado ingresada.
