El juicio contra Joaquín Domínguez, exsecretario de la Cofradía de Portonovo al que la fiscalía acusa de quedarse con 166.000 de los fondos del pósito durante su gestión, ha continuado hoy con las declaraciones de trabajadores que confirmaron irregularidades contables.
El relato de dos testigos, trabajadores de la Cofradía con acceso a la caja fuerte, declararon que en los años en que ejercía, Domínguez solicitaba el acceso a cantidades para las que después no aportaba facturas y que superaba los costes mensuales de funcionamiento de la cofradía, de entre 5.000 y 6.000 euros frente a los 3.500 necesarios, según una de las declaraciones. También alegaron que sospechaban de él por la ausencia de "cantidades pequeñas" de la caja en otras ocasiones.
La tesis del fiscal es que entre 2000 y 2004 Domínguez consiguió de esta manera más de 75.000 euros. Uno de los testigos declaró que no habían denunciado los hechos porque le era "muy violento" realizar una acusación a un compañero de trabajo, y que únicamente habían "insinuado" a la dirección de la Cofradía que las salidas de dinero de la caja superaban a las entradas.
El abogado de la defensa trató de defender la idea de que la ligereza en las prácticas contables era ya anterior a la entrada de Domínguez.
Uno de los testigos declaró con naturalidad, en ese sentido, que había aportado a la caja de la Cofradía fondos de su empresa particular en alguna ocasión en que las arcas del pósito se quedaban a cero por la demora en el pago de algunas clientes. Cuando llegaban los cobros, recuperaba lo depositado, precisó.
