La herida de arma blanca fue lo que acabó con la vida del fallecido en San Cristóbal das Viñas

Los forenses y los médicos del Complejo Hospitalario de A Coruña que atendieron al hombre fallecido en San Cristóbal das Viñas el 17 de julio de 2012 han afirmado que fue la herida por arma blanca lo que provocó su muerte.

Esta versión de los profesionales médicos tumba el argumento esgrimido por la defensa del acusado, ya que la letrada que lo representa, Elisa Lago, afirmó que la muerte se debía a una bronconeumonía aguda en el lado derecho, mientras la puñalada que presentaba el fallecido era en el lado izquierdo.

Esta teoría ha quedado desmontada, ya que las forenses han indicado hoy que las infecciones se transmiten por la sangre "de un lado a otro", y que independientemente de eso, el paciente tras la cuchillada tuvo que ser intervenido de urgencia, y "nunca estuvo fuera de peligro tras la herida".

La letrada de la defensa también había achacado las complicaciones postoperatorias a la situación "terminal" del hombre, dado que presentaba VIH A2, pero en contra de esto también han abundado que "una persona sana también se puede morir por una neumonía después de esta operación".

Estas afirmaciones se han sido expuestas en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña, en la que hoy ha continuado la vista, y donde el acusado reconoció la semana pasada que el arma empleada, un cuchillo, es de su propiedad, aunque indicó que este instrumento fue el que usó la víctima, y no él en crimen alguno, para quitarse la vida.

En la sesión de este martes las forenses también han apuntado tras su investigación que es "más plausible la intervención de otra persona" que la de un suicidio como sostiene el imputado.

Los técnicos del laboratorio de ADN de A Coruña además han señalado que no se halló sangre de la víctima en la ropa del acusado, pero que sí se han encontrado restos epiteliales, con una probabilidad "muy cercana a la certeza", del fallecido en el pantalón que llevaba el acusado el día de los hechos, que según los técnicos indica que "contacto tuvo que haber".

En la Audiencia Provincial esta mañana también se han podido ver las imágenes que el día en que sucedieron los hechos grabaron las cámaras de seguridad de la refinería allí situada.

En las imágenes se pueden ver al fallecido y al acusado caminando en dirección al lugar donde ocurrió el apuñalamiento, así como a este último volver solo y esconder el cuchillo, con el que presuntamente apuñaló a su amigo.

También se ha podido escuchar la llamada de la víctima al 061 instantes después de recibir la herida, en la que dice: "acabo de recibir una puñalada".

Por este presunto crimen que será juzgado por jurado popular la fiscalía solicita que el acusado sea condenado a 12 años de cárcel y a pagar una indemnización de 140.000 euros al hermano del fallecido, su único familiar directo vivo pues la madre, con la que convivía, murió poco después de este suceso.

La acusación particular ejercida por el abogado Manuel Ferreiro pide 18 años de cárcel y una compensación económica de 60.000 euros.

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