La Fiscalía mantiene la petición de prisión para once acusados de vender vieiras tóxicas

Habían comercializado el bivalvo después de extraerlo en la ría de Ferrol

La Fiscalía ha mantenido este jueves las peticiones de pena de entre dos y tres años de prisión para once personas acusadas de haber comercializado presuntamente vieiras tóxicas extraídas de la ría de Ferrol. La sala de la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña celebra desde el pasado lunes la vista oral del proceso judicial contra ocho hosteleros, dos furtivos y un transportista vinculados al decomiso e 1.300 unidades de vieiras, de un total de trescientos kilogramos, en mal estado, en 2011.

La Fiscalía acusa a estas once personas de un presunto delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de géneros corruptos, por el que solicita diferentes penas de entre dos y tres años de prisión, peticiones que ha mantenido tras la prueba testifical, pericial y documental, mientras las defensas han pedido la absolución. Durante la sesión de este jueves los peritos han manifestado que se detectaron niveles de toxinas por encima de los permitidos en la mayoría de las vieiras decomisadas en la operación, aunque éstos podrían no haber llevado a los consumidores a tener síntomas.

Uno de los peritos ha declarado que a partir del triple del límite máximo de toxina establecido se empieza a presentar "sintomatología", por lo tanto hay "un potencial peligro crónico". Por debajo de esos mínimos "no es posible conocer los efectos a largo plazo" y por lo tanto no se conoce sus efectos, pero en todo caso, incluso con un consumo muy por debajo del límite podría haber riesgo de "toxicidad crónica", si bien podría no manifestarse en el momento.

Uno de los peritos citado por la defensa del restaurante de Bergondo ha aclarado que las veinticuatro vieiras allí detectadas, que según el propietario eran para consumo familiar, "estaban diez veces por debajo del límite legal" por lo que "no son tóxicas, son aptas para el consumo". Ha reconocido, sin embargo, que si no existen "garantías" sobre "el origen" del producto, podría existir "riesgo" para los posibles consumidores. Además de los peritos, un testigo ha asegurado que el primero de los acusados le regaló una veintena de vieiras para siete personas y ninguna de ellas tuvo ningún problema.

Para las personas vinculadas a la hostelería, con restaurantes en Ferrol, A Coruña, Santiago de Compostela y Bergondo, la Fiscalía solicita dos años de prisión, una multa de doce euros al día durante seis meses -algo más de 2.000 euros- y cinco años de inhabilitación especial para cualquier profesión o industria relacionada con el marisqueo o la comercialización de marisco. Pide una pena similar para el supuesto transportista, aunque reduce la cantidad de la multa a nueve euros al día, por lo que tendría que abonar algo más de 1.500 euros.

En el caso de los dos supuestos furtivos, aumenta a tres años la petición de cárcel, mantiene los cinco años de inhabilitación y la multa sería de nueve euros al día durante nueve meses, que suma unos 2.500 euros. La investigación está vinculada a la extracción de vieiras en la ría de Ferrol mediante inmersión submarina, una práctica prohibida, y la comercialización a sabiendas de que poseían una toxina amnésica que según apunta la Fiscalía "entraña graves riesgos para la salud humana".

La normativa establece un máximo de veinte miligramos por kilogramo y en las unidades detectadas había entre 20,7 y 27,4 salvo en 94 de ellas, en que la cantidad ascendía a 57,5 miligramos. "La intoxicación por ácido domoico en el hombre puede provocar desde transtornos gastrointestinales -náuseas, vómitos, diarreas o dolores abdominales- hasta transtornos de tipo neurológico tales como dolores de cabeza, confusión, debilidad, somnolencia, vértigo, pérdidas de memoria y, en casos severos, la muerte", advierte la Fiscalía en su escrito.

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