La fiscal rebaja a lesiones la acusación al hombre que intentó electrocutar a su pareja

Teléfono 016La fiscal ha rebajado a un delito de lesiones la calificación de los hechos por los que se ha juzgado hoy en la Audiencia de Pontevedra a un hombre al que en principio acusaba de haber intentado electrocutar y estrangular a su pareja.

La representante del ministerio público pedía inicialmente, al igual que la acusación particular, 15 años de prisión por un delito de tentativa de asesinato para el acusado, que en noviembre de 2012, tras una discusión con su pareja, con la que convivía desde hacía tres años y medio, la agarró del cuello hasta provocarle un coma.

La mujer no llegó a dejar de respirar, pero su vida corrió peligro y tras despertar en el hospital estuvo seis días hasta recibir el alta; sigue con estrés postraumático y solo recuerda lo ocurrido hasta unos instantes antes de la agresión.

El hombre reconoció en la vista que agarró del cuello a su pareja, algo que achacó a los "nervios", por los que está a tratamiento psiquiátrico, y al "miedo" que durante el forcejeo dijo experimentar de que su novia le golpease en la zona de los riñones, de la que afirmó estar gravemente afectado.

Aseguró que no reparó en el daño que estaba haciendo a la mujer y que en cuanto fue consciente llamó a la ambulancia y esperó a que llegase la policía sin problemas, extremo que corroboraron los médicos que atendieron a la víctima in situ.

La cuestión que ocupó más tiempo durante la vista fue el supuesto intento de electrocución a la mujer.

Según la versión de la fiscalía y la acusación particular, así como de la mujer durante su declaración, el hombre, en el medio de la discusión, lanzó el calefactor enchufado a la bañera donde estaba la víctima.

Él lo negó y aseguró que su entonces pareja no estaba en el baño sino en la cama, y que si tiró el calefactor fue por la rabia de la discusión.

La mujer señaló, en ese sentido, que el diferencial saltó en cuanto el aparato tocó el agua, y que el hombre justificó en ese momento que sabía que no había riesgo y que solo pretendía asustarla.

La víctima explicó que no recordó el incidente con la estufa hasta que regresó a la vivienda, días después, y vio la cortina de la ducha, y que al no recordar la agresión en un primer momento se negó a denunciar a su pareja.

"Es muy costoso aceptar que se es víctima de violencia de género", aclaró al abogado defensor sobre la cuestión.

Comentarios