La esperanza de vida de los gallegos acaricia los 81

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La esperanza de vida de los gallegos se incrementa de forma casi continua desde hace décadas y se acerca ya los 81 años, tras superar en el 2004 la barrera de los 80. Y es que entre 1997 y 2007 se elevó una media de más de dos meses y medio por año, con lo que alcanzó los 80,78. Son 2,2 más que en 1997, un incremento similar al registrado en el conjunto de España y que mantiene a la comunidad ligeramente por debajo de la esperanza de vida media estatal, de 80,94 años.

Así lo revelan las tablas de mortalidad divulgadas este martes por el Instituto Nacional de Estadística (Ine), según las cuales esa cifra sí se supera en dos provincias gallegas, Ourense y Lugo, por encima de los 81 años. La primera, cerca de los 81,2, ya rebasaba la media española hace una década, pero no la segunda, que llegó a los 81,01 al registrar la mayor alza de Galicia, de 2,6 años.

También fue importante el aumento de Pontevedra, de 2,48 años --hasta alcanzar los 80,85--, seguido del ourensano, de casi 2,1. El menor fue el de A Coruña, de 1,94, con lo que la previsión de vida de sus habitantes se situó en 80,45 años, la más baja de la comunidad. En 1997, sin embargo, ocupaba el segundo puesto.

Con estos datos, y aunque las diferencias entre comunidades no son muy grandes, Galicia es la séptima autonomía con la esperanza de vida más baja. En la parte alta, dos han rebasado ya ligeramente los 82 años, Navarra y Madrid.

Un aspecto común a toda España es que las mujeres siguen viviendo más que los hombres, aunque la diferencia se redujo algo. En Galicia era de 7,42 años en 1997 y de 7,18 una década después, con la esperanza de vida de las féminas situada en los 84,35, frente a los 77,17 de los varones. La brecha en España es menor y se recortó algo más, a 6,34 años.

El estudio del Ine revela que la mortalidad tiende a reducirse en todas las edades, si bien los descensos más significativos han pasado de las jóvenes a las avanzadas. Esto --dice-- ralentiza el crecimiento de la esperanza de vida al nacer.

Así las cosas, la mortalidad infantil sigue cayendo, aunque, dados los "niveles bajos" alcanzados, lo hace a un ritmo inferior que en épocas anteriores. En Galicia el indicador se redujo en una década de 5,54 fallecimientos de menores de un año por cada mil nacimientos a 3,38, por debajo del 3,5 de España. Es especialmente baja en Pontevedra (1,89), mientras que Lugo y A Coruña superan el 4.

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