La batea experimental de Ferrol echa a andar

La batea experimental que la Consellería do Medio Rural e Mar ha situado junto al puerto exterior de Cabo Prioriño, en la ría de Ferrol, ha comenzado este lunes a operar para el reparqueo del marisco procedente de zonas contaminadas que será depurado de forma natural en aguas limpias antes de su comercialización.

La Xunta confía en que el trabajo de esta batea, una de las dos estructuras flotantes de este tipo que han colocado en las rías gallegas, permita a las tres cofradías que faenan en la ría ferrolana (Ferrol, Fene y Mugardos) generar unos ingresos anuales de 2,3 millones de euros con la recuperación de 450 toneladas de bivalvos.

Cada mariscador podrá destinar tres kilos cada día a la batea como tope diario máximo. Se transportan en camiones y se introducirán en unas jaulas sumergibles.

La batea funcionará durante los dos próximos meses de forma experimental y los trabajadores de los pósitos de Ferrol y Barallobre combinarán este trabajo con las labores de limpieza y regeneración de la ría que venían realizado a cambio de un salario autonómico.

UN MES MÁS TARDE

La batea ferrolana se colocó hace un mes, el 11 de diciembre, en la zona conocida como Cariño, junto al puerto exterior de Caneliñas.

Tiene unas dimensiones de 23 metros de ancho por 22 de largo, según han indicado fuentes de la consellería que dirige Rosa Quintana.

La ría de Ferrol y la ría de Aldán, en Pontevedra, han sido las dos zonas seleccionadas por la Xunta para su plan experimental de reparqueo de marisco en el que han invertido 1,5 millones de euros, y que no tendrá ningún coste para las cofradías que se adscriban al plan.

A estas dos bateas flotantes irán a parar los moluscos de todos los bancos gallegos vetados a la extracción directa por sus niveles de contaminación por materia fecal para que se depuren de forma natural en aguas limpias y suelten las bacterias coliformes.

La primera ubicación seleccionada por el gobierno gallego era Morás (Xove), en Lugo, pero la proximidad de la planta de Pescanova hizo que el gobierno gallego diera marcha atrás y buscase dos nuevas localizaciones.

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