'Kaliña', la vaca frisona gallega que más leche da: 71 kilos al día

El llamado "oro blanco" del pequeño Ayuntamiento de Alfoz (Lugo) es Barbeiro Jocko Besne Kala, -Kaliña para sus conocidos y centinelas-, una vaca frisona que ha recibido el diploma de honor como la mayor y mejor productora de leche en Galicia durante el curso de 2013, más de 71 kilos diarios de media.

La canción infantil Tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera es la que mejor ilustra la historia de este diamante en bruto perteneciente a la Ganadería Casa Barbeiro, de Lagoa, una diminuta aldea de la Mariña lucense.

Juan José Fraga Paz, al que llaman Juanjo, es uno de los tres propietarios del animal, junto con su hermana (Rosana) y su madre (Josefina Paz), también dueñas de la mayor explotación vacuna del valle, con 210 cabezas de ganado, 110 de producción y un centenar de cría.

Todo en el caso de uno de estos ejemplares, Kaliña, parece ser obra, magia y mérito de la tan alabada genética. De madre gallega, Adela, y padre francés, Jocko Besne, esta vaca parece cumplir todas las expectativas.

El semental Jocko Besne, estrella de la raza Holstein, comúnmente conocida como frisona, es su progenitor. Durante sus ocho años de vida (falleció el 7 de marzo del año 2012) Jocko se convirtió en la gloria de esta raza, al producir más de 1,7 millones de dosis de semen que fueron exportadas a una treintena de países y de las que descendieron unas 400.000 crías hembras.

Jocko fue uno de los cinco toros cuyas características hicieron posible la constitución de esta raza vacuna procedente de la región frisosajona, que destaca por su alta producción de leche, carne y su buena adaptabilidad.

Kaliña, exponente de feminidad, vigor y fortaleza, cumple este próximo 12 de septiembre nueve años, durante los que ha producido un total de 75.448 kilos de leche.

Un gran tamaño y estatura, y más de 600 kilos, con una armoniosa unión, son particularidades y propiedades que además certifican la calidad del producto, que tiene un 4,19% de grasa y un 3,08% de proteína, valores que avalan y garantizan este pedigrí.

Ojos grandes y brillantes, orejas alerta, piel fina, pelo suave y una ubre de gran volumen. Así es Kala, que pasea y convive en el establo en igualdad de condiciones junto con las otras 209 cabezas de ganado que pastorean libremente por las más de 81 hectáreas de superficie que conforman la explotación.

"Las vacas se alimentan todas por igual, y esto permite sacar todo el potencial a través de la buena alimentación y el buen manejo. ¡Será lo que le permitió expresar para fuera todo ese potencial!" dice con un guiño irónico Juanjo Fraga a Efe.

Lo cierto es que Kaliña come lo mismo que sus compañeras, "no tiene ningún cuidado especial", reitera. Se alimenta de una mezcla húmeda denominada Cavi, Centro de Alimentación Vacuno de Irmandiños, preparada expresamente por esta cooperativa.

Estas características son elementos visibles que no hacen más que constatar las cifras de esta "súper vaca" al más puro estilo de los típicos "súper héroes" de los dibujos animados, como Batman o Spiderman.

El año pasado, en 305 días, que es como se mide la producción en el caso de su gremio, Kaliña sumó un total de 21.660 kilos de leche, 960 kilos más que la segunda clasificada, otro ejemplar de la provincia de Lugo, donde el sector agrario parece registrar los mayores índices de productividad y calidad.

Son datos constatados y homologados por AFRICOR, una de las cuatros Asociaciones Provinciales de Control Lechero de Galicia que constituyen la Federación Frisona Galega, que controlan y chequean la producción de cada res a través de un sistema de ordeño informatizado de cada animal.

Kala, animal dócil donde los haya, es ahora uno de los bienes más preciados de esta granja de Alfoz (Lugo) que ha obtenido dos distinciones más, mención honorífica en el apartado de producción primeriza, para Barbeiro Xacobeo Perica, y otra por su producción vitalicia para Barbeiro Wind Sultán Tana, dos galardones que acreditan y aumentan el valor de esta explotación.

Fácilmente reconocible por las manchas de su piel, la lechera Kaliña dobla la media de producción diaria, y triplica la anual, que asciende a 7.500 kilos.

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