Las personas, afirma, son el eje central de la Consellería de Política Social, que Fabiola García (Ribeira,1985) asumió en 2018 y que desde hace un año se ha convertido en un reto por obra y gracia de la pandemia del coronavirus.
¿Cuál es la foto fija del proceso de vacunación contra el virus?
Estamos vacunando a todo el personal del Servizo de Axuda no Fogar y de los centros de día tras finalizar la vacunación del 100% de las residencias de mayores que están libres de coronavirus. Ya pasaron las dos dosis y los diez días posteriores que recomiendan las autoridades sanitarias de cara a la plena inmunización. El éxito es el preludio de lo que supondrá la vacunación en el resto de la población. En los diez últimos días pasamos de 400 positivos en residencias a 150, gracias a la inmunización que nos permite, además, replantear el sistema de visitas en las residencias de mayores. Por eso el comité clínico ya permitió ampliar de una a tres visitas a la semana y de uno a dos familiares de referencia y también continuar con las salidas en fin de semana de las personas con discapacidad para ver a sus familias. Se empiezan a relajar las medidas en las residencias para mejorar la calidad de vida de los usuarios.
¿El ritmo de vacunación en las residencias es equiparable a otras comunidades autónomas?
Galicia fue una referencia en el proceso de vacunación de las residencias de mayores. Tenemos a todos los residentes y trabajadores plenamente inmunizados excepto aquellos que aún son positivos y estamos esperando a que negativicen para aplicarla, pero sin duda alguna somos una de la comunidades de referencia en cuanto a las medidas de flexibilización en las residencias
La Xunta intervino las residencias con un elevado número de positivos, pero no con ánimo de castigo, sino de ayudar
La Consellería ha intervenido varias residencias en estos meses. ¿Qué le sorprendió más en todo lo ocurrido? ¿Qué va a tener que cambiar cuando la situación se normalice para que ciertas cosas no vuelvan a ocurrir?
Es verdad que en las residencias viven personas muy vulnerables. Cuando llegó el coronavirus, nadie lo esperaba, todas las residencias de mayores tuvieron que adaptarse en tiempo récord. Desde la Xunta pusimos a su disposición todos los protocolos, formación y equipos de protección individual que suministramos de forma centralizada desde la Xunta a todas las residencias de mayores de Galicia, independientemente de su titularidad. Pero, desgraciadamente, el virus entró en las residencias, no solo en Galicia, sino en toda España y en todo el mundo. Es entonces cuando la Xunta empezó a poner todo el material necesario. También las dotamos de personal donde era necesaria la intervención de la Xunta para garantizar ese bienestar de las personas.
¿Le sorprendió esa falta de recursos, materiales, humanos o de déficit de atención que quedó en evidencia con la pandemia?
Considero que el personal de las residencias de Galicia, tanto de las públicas como las privadas como las de iniciativa social, en su inmensa mayoría hizo un trabajo excepcional. Tenemos que ser conscientes de que el virus llegó sin avisar y las residencias tuvieron que ponerse en marcha de forma inmediata y hacer frente a una pandemia sanitaria. En aquellas en las que hubo un elevado número de positivos la Xunta decidió intervenir, pero no con ánimo de castigo, sino de ayudar.
¿Habrá cambios legislativos?
Esta pandemia nos llevó a esa reflexión y aprendimos muchas cosas y muchas de ellas son mejoras que tienen que permanecer en el tiempo. Una es la mayor colaboración sociosanitaria. Trabajamos muy intensamente las consellerías de Sanidade y Política Social, es una demanda histórica. Somos dos hermanos de la mano y no podemos volver a soltarla. Hay otras dos patas muy importantes, que van a formar parte de este modelo residencial de Galicia: continuar impulsando la tecnología en las residencias de mayores y comenzar a hacer distintas mejoras arquitectónicas y sectorizar las residencias por fragilidad de las personas. Ahora la comisión sociosanitaria está ya creada y forman parte de ella personal médico y de enfermería, familiares de los residentes, gerontólogos... Van a ser quienes nos guíen para reformular ese modelo residencial.
No podemos animar a la gente a vivir en el rural si previamente no ponemos a su disposición recursos de conciliación
Hace unos días se conocían las directrices de los proyectos que quieran optar a los fondos europeos en el apartado social. La prioridad era la mejora de las instalaciones. ¿Han tenido respuesta por parte del Ministerio? ¿Qué grado de optimismo tiene para que esto vaya a ser así? ¿Hay plan B?
La UE va a repartir unos fondos y fue el Gobierno central que nos dijo que la Xunta podía optar a un tope de 164 millones de euros. Trabajamos muy intensamente para hacer unos proyectos sensatos y útiles para las personas mayores y las familias que peor lo están pasando. Casi cien millones se destinarán a la creación de nuevos centros de servicios sociales, a la mejora integral de los centros sociosanitarios de la red pública y, desde luego, crear cada vez más servicios y de proximidad, principalmente en el rural.
¿Pero hay plan B?
Ya presentamos el bloque de proyectos al Gobierno central, que los trasladará a la Comisión Europea. Confiamos en que nos concedan esos 164 millones porque son necesarios y supondrán un antes y un después en los servicios socia les de Galicia. De todas formas en el Presupuesto de este año también contamos con un importante importe para mejorar las residencias de mayores.
En Galicia hay un claro déficit de plazas públicos para mayores en residencia. ¿Se contempla algún proyecto más?
En estos últimos años hemos incrementado exponencialmente el número de plazas públicas en Galicia. En la etapa del presidente Feijóo (desde 2009) se incrementaron un 44%. Somos conscientes de que no son suficientes y por eso se van a construir siete residencias en las principales ciudades que pondrán a disposición de los gallegos 900 plazas públicas más. Junto con todas las infraestructuras que se están creando entre la Xunta y el Ayuntamiento, y muchas de iniciativa privada que también se están construyendo, considero que serán suficientes para os próximos años.
Respecto a las privadas, se refiere a las plazas concertadas... Económicamente no es factible para todos los mayores que la necesiten, aunque haya una plaza a su disposición.
Efectivamente, hay tres tipos de financiación pública para una plaza en residencia: en centro público, las concertadas con centros privados y de iniciativa social, y el resto de plazas [en centros privados]. A todas las personas que lo solicitan le damos una ayuda económica para que pueda costearse una parte de esa plaza en la residencia que ellas elijan.
No hay nada más gratificante que trabajar para mejorar la calidad de vida de las personas; sí que repetiría
¿Cree que se necesita más inspección para conseguir un mejor funcionamiento de las residencias?
Hemos intensificado las inspecciones en las residencias de mayores durante la pandemia sanitaria. Hemos hecho algo novedoso, como las inspecciones conjuntas entre las consellerías de Sanidade y de Política Social y también intensificamos las auditorías para comprobar que los protocolos se estaban haciendo bien, que se estaban delimitando los circulitos de limpio y sucio, y también, durante todos estos meses, asesoramos a las residencias de mayores sobre cómo aplicar los protocolos. Cuando llegó el coronavirus las residencias necesitaron esa formación para hacer bien las cosas.
Hay un debate sobre lo privado y lo público en la atención a los mayores, auspiciado incluso desde la Vicepresidencia del Gobierno central. En Galicia el peso del sector privado es importante. ¿Es necesario cambiar algo?
Esta pandemia nos dio lecciones a todos. Pudimos comprobar como los trabajadores de las residencias públicas, de las privadas y de las de iniciativa social estuvieron trabajando sin descanso, a diario, en primera línea. Hicieron un trabajo excepcional que agradezco. Tampoco tenemos que caer en esos dogmas. Tenemos que poner a disposición de los mayores plazas residenciales de máxima calidad, independientemente de la titularidad del centro.
Galicia fue una referencia en la vacunación de residencias y ahora en las medidas de flexibilización
Pero con la titularidad va el precio, un detalle importante.
Y ahí tiene que estar la Administración para financiar una inmensa parte del coste de la plaza residencial de las personas mayores, como estamos haciendo ahora.
Las libranzas. ¿Se contempla aumentar su presupuesto? En algunos casos apenas supone el 5% o 15% del coste total de la plaza.
El porcentaje es superior. De hecho, hace dos años hicimos un incremento muy importante de las cuantías. Subimos un 20% para personas con grado 3, un 75% para las de grado 2 y un 20% para las de grado 1. La Ley de Dependencia establece una financiación al 50% entre el Estado y la comunidad autónoma. La realidad es que la Xunta aporta el 76% del coste y el Estado el 24%. En la medida en que el Gobierno central empiece a cumplir la Ley de Dependencia se podrán incrementar todas estas prestaciones y mejorar los servicios. Cada año nos adeuda 200 millones de euros. Vamos a seguir reclamando el cumplimiento de esta ley para el beneficio de las personas mayores.
Los concellos denuncian la falta de recursos para atención social, las ONG no dan abasto por la multiplicación de necesidades y en cuanto se controle un poco la pandemia entraremos en un escenario en el que la estrategia de ayuda social será clave para la tranquilidad de las familias, y del mercado. ¿Están definidas líneas de actuación concretas con partidas económicas concretas para darle un impulso a esta política? ¿Tienen razón las administraciones locales al quejarse de que es competencia de la Administración autonómica?
Somos conscientes de que hay muchas familias que lo están pasando francamente mal y todas las administraciones debemos ponernos de acuerdo para prestarles la mejor atención. Hablo de la Xunta, de los ayuntamientos, que también están al pie del cañón atendiendo las necesidades más urgentes, y las entidades sociales. La Xunta colabora intensamente con estas entidades, que hacen frente a las necesidades de estas familias. De hecho, hace meses que pusimos en marcha la Tarxeta Básica, financiada íntegramente por la Xunta a través de Cruz Roja y los servicios sociales de los ayuntamientos para cubrir las necesidades básicas de alimentación y farmacia. Se recibe en 72 horas, como máximo, desde su solicitud. Su importe es de 150, 200 o 300 euros al mes para ir al supermercado como cualquiera. No estigmatiza a nadie, se concede muy rápida y cubre esas necesidades. La pusimos en marcha por tres meses, lo ampliamos a seis y después a nueve. Tenemos más de 35.000 familias que se benefician de esta tarjeta.
Si el Gobierno central cumple su parte de la Ley de Dependencia podremos incrementar las ayudas y mejorar servicios
Pero si se multiplicaron las necesidades, ¿se multiplicará en esa misma proporción el esfuerzo de la Xunta en este sentido?
Ya se ha multiplicado el esfuerzo de la Administración autonómica y estoy segura de que también el esfuerzo de la Administración local para cubrir las necesidades de las familias. Esta Tarxeta Básica no existía antes de la pandemia. Se puso en marcha porque aparecieron muchas familias con necesidades. Invertimos muchos millones de euros para financiar productos básicos. Por supuesto que tenemos que multiplicar financiación para llegar a todas las familias que lo necesitan.
Acaba de tramitarse en el Parlamento la Lei de Impulso Demográfico de Galicia, que la oposición tildó de poco ambiciosa. ¿Qué espera de ella? ¿Qué vamos a percibir?
Es cierto que es una ley pionera a nivel nacional, con vocación de permanencia, por eso queremos consensuarla con todos los partidos políticos. Aceptamos una inmensa parte de sus alegaciones, sobre la base que nos marcó el Observatorio Galego de Dinamización Demográfica, con representación de todo el tejido social de Galicia. Es una ley transversal que blinda muchas de las medidas que ya se pusieron en marcha: gratuidad en la educación infantil de cero a tres años para segundos hijos y sucesivos; casas-niño, un recurso fantástico a disposición de las familias que viven en concellos de menos de 5.000 habitantes, porque no es posible animar a la gente a vivir en el rural si previamente no ponemos a su disposición recursos de conciliación. Es una miniescuela infantil gratuita, igual que las casas de mayores gratuitas. También la Tarxeta Benvida, el Bono Concilia... Esta ley contempla otras medidas en las que estamos trabajando, como darles más opciones a nuestros jóvenes para que tengan un futuro en Galicia. Confío en que esta ley supondrá un antes y un después para las familias gallegas.
La experiencia del personal de los centros del Cosorcio contará un 40% en la OPE; los animo a presentarse»
Ahora mismo está en marcha una huelga del personal del Consorcio de Igualdade e Benestar para demandar que se acabe con el abuso de la temporalidad de sus puestos. ¿Cómo valora esta situación?
La Xunta y los principales sindicatos llegaron a un acuerdo en 2016 para que todos los profesionales del Consorcio que trabajan en centros residenciales, centros de día y guarderías tuvieran su plaza fija. Y que la forma era a través de una Oferta Pública de Empleo, una oposición. En 2017 se firmó ese acuerdo y ahora la Xunta va a lanzar esa OPE. De verdad que quiero tranquilizar a todas las profesionales del Consorcio, ya que el 40% de la puntuación en esa oposición será la experiencia que llevan acumulando todos estos años, prestando un magnífico servicio. Las animo a que se presenten y que estudien para que saquen su plaza y tener esa tranquilidad. Confío que la mayoría de trabajadores seguirán, pero es cierto que para tener una plaza fija en la Administración hay que pasar un proceso selectivo, como reclamaron los principales sindicatos.
Después de este año de pandemia, ¿se arrepiente de haber asumido el reto de la Consellería o le quedan ganas de seguir en esta tarea política y de gestión?
El presidente Feijóo dijo que los conselleiros veníamos a sufrir y es cierto que sufrimos mucho este año, principalmente los trabajadores en primera línea. Pero lo hacemos con total vocación. Tenemos toda la ilusión para mejorar la calidad de vida de los gallegos. Todavía hay muchas deudas pendientes con la personas mayores, con las que están en riesgo de exclusión social y estamos trabajando para darles más facilidades. Repetiría, sin duda. No hay nada más gratificante. Esta es la consellería de las personas.
Lugo. "As Gándaras y A Milagrosa serán nuevas residencias"
Lugo es una provincia cada vez más envejecida, por lo que aumenta la necesidad de plazas en centros de mayores. ¿Hay nuevos proyectos previstos?
En el barrio de A Residencia ya está muy avanzado el proceso de construcción de la residencia de la Fundación Amancio Ortega. Tendrá 120 plazas y un importe superior a los doce millones de euros. Será una de las mejores a nivel europeo. Pero también vamos a hacer una importante inversión en las dos residencias públicas que tenemos en la ciudad, As Gándaras y A Milagrosa. Serán reformas integrales para convertirlas en nuevas residencias.
En todo caso, en estas dos no variaría el número de plazas.
En estas dos, no.
Debemos ponernos de acuerdo las administraciones para atender a las familias que lo están pasando tan mal
Hay residencias como las de O Incio, San Cibrao, Outeiro de Rei o Sarria que tuvieron un considerable número de víctimas mortales por pandemia. A pesar de la vacunación, ¿hay alguna que le preocupe especialmente por la incidencia de la enfermedad?
Considero que los 140 casos positivos que tenemos en estos momentos en residencias son brotes ya controlados. Cada día negativizan muchos trabajadores y residentes. Esto se debe al proceso de inmunización.
Tras el error de identificación de dos usuarias en la residencia de Xove, por el que se dio por fallecida a la que no era, ¿se está mejorando la gestión para evitar que se repita una situación similar?
Considero que son las residencias de mayores, tanto las privadas como de iniciativa social, las que nos trasladan a la Xunta los datos de las personas positivas o fallecidas. Estamos trabajando muy intensamente entre la Dirección Xeral de Atención Integral Sociosanitaria, de nueva creación, con las residencias de mayores. Estamos en contacto diario y entiendo que cada vez se está mejorando esa coordinación y las residencias están mejorando la comunicación con las familias.
Aludía a las casas-niño, tras una nueva convocatoria. ¿Cuántas hay actualmente en la provincia?
En Lugo están 19 de las 77 que hay en toda Galicia, casi el 75%.
Y casas do maior?
Tres de 20, dos en As Nogais y otra en Portomarín.
