El Parlamento de Galicia aprueba la nueva Ley de Ordenación Farmacéutica

con los votos de PP y PSOE En Marea y BNG, que se abstuvieron en la votación, lamentan que es "mejorable", "se queda corta" y supone "una oportunidad perdida" 

Caja de medicamentos en una farmacia. AEP
photo_camera Distintos medicamentos nunha farmacia. AEP

El Parlamento gallego ha aprobado definitivamente la nueva Ley de Ordenación Farmacéutica de Galicia que sustituye a la normativa vigente en la comunidad autónoma desde el año 1999 e incluye novedades como la atención a domicilio por primera vez en casos excepcionales, la creación de boticas anexas en el rural y la agilización de la adjudicación de nuevas oficinas.

El texto concluyó este martes su tramitación parlamentaria al superar la votación de los grupos sobre el dictamen de la Comisión de Sanidad de la Cámara y las enmiendas presentadas por la oposición. Así, ha recibido el respaldo de los diputados del grupo mayoritario, el PPdeG, y el Partido Socialista, mientras que En Marea y BNG han optado por abstenerse sobre una normativa que consideran "mejorable" porque "se queda corta" y supone una "oportunidad perdida" para legislar "en beneficio" de los pacientes.

Dos meses después de que Gobierno gallego diese luz verde al anteproyecto, la nueva Ley de Ordenación Farmacéutica de Galicia arrancó el pasado 7 de mayo su tramitación en el Parlamento gallego para reformar la normativa 20 años después (el actual texto data de 1999). 

Ahora, recibe el visto y place definitivo de la Cámara tras superar el período de enmiendas de los grupos. La diputada del PPdeG Marta Rodríguez-Vispo ha agradecido el "diálogo" con el resto de fuerzas con presencia en el Parlamento, especialmente al Grupo Socialista, que vio como 23 de sus enmiendas al texto fueron aceptadas y otras seis, transaccionadas.

Con todo, Julio Torrado (PSOE) ha lamentado la "oportunidad perdida" con una ley que, no obstante, los socialistas ven "mínimamente aceptable" después de haber sido incorporadas parte de sus enmiendas.

Los grupos de la oposición han coincidido en que la normativa que renueva la ordenación del sector farmacéutico en Galicia tiene un enfoque "más empresarial y fiscal" que "sanitario". "La ley se queda corta y no hace honor a su nombre", ha afeado Eva Solla, de En Marea, grupo del que solo fueron incorporadas dos enmiendas en el texto.

Y es que, según los populares, era "muy difícil llegar a puntos de encuentro con En Marea porque pretendían nacionalizar la dispensación de medicamentos". Por parte del BNG, un total de 13 propuestas fueron incluidas en la ley final, entre ellas, la vinculación de una botica secundaria en casos de instalaciones no adaptadas para personas con discapacidad.

La parlamentaria nacionalista Montse Prado también considera una "oportunidad perdida" la modificación del marco normativo del sector impulsada por la Xunta y echa en falta que "no se garantice" la asistencia farmacéutica en el rural, como recomendó el Consello Económico Social (CES) en un informe.

NOVEDADES DE LA LEY

Entre otras novedades, esta ley incluye que las farmacias podrán abrir establecimientos anexos en poblaciones sin boticas o de difícil acceso, la posibilidad de la venta de medicamentos sin prescripción y de productos de parafarmacia a través de Internet, además de la regulación por primera vez de la entrega a domicilio en situaciones excepcionales –véanse personas que no puedan desplazarse–.

Además, se eleva el periodo mínimo para poder transmitir las farmacias cuya titularidad se adquiera por concurso público, que pasa de tres a 15 años. Asimismo, desaparece la caducidad de las autorizaciones administrativas al cumplir los titulares los 70 años.

La adjudicación de nuevas farmacias se hará con procesos "más ágiles". Otro cambio es la convocatoria de un concurso previo de traslados al que solo podrán concurrir los farmacéuticos titulares o cotitulares de una botica en Galicia. Una vez acuden al concurso, las que eran suyas hasta el momento se incluyen en la convocatoria de vacantes.

De igual modo, la reforma de la ley pedirá que estos establecimientos respeten una distancia mínima de 250 metros de los centros de salud –salvo en zonas con una única farmacia– y negará la cesión de espacios de los locales a terceras personas y la entrega de regalos de cortesía a los clientes –a excepción de muestras gratuitas–.

Junto a esto, se limitan los traslados cuando haya un detrimento "grave" de la atención en la zona, a la vez que un titular solo puede ser propietario de una farmacia. 

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