Ignacio Lago: "La respuesta a una crisis no es mejor por ser rápida"

El grupo de investigación GEN organizó el foro ‘Descentralización y gobernanza ante acontecimientos extremos’, dirigido por Ignacio Lago y donde se abordó la respuesta de los ejecutivos ante crisis y desastres.
Ignacio Lago Peñas. UNIVERSITAT POMPEU FABRA
photo_camera Ignacio Lago Peñas. UNIVERSITAT POMPEU FABRA

Antes de nada, ¿dónde se establece la línea o el límite para diferenciar un Estado centralizado de uno descentralizado?
Desde un punto de vista formal, los países federales se reconocen como tales en sus Constituciones. El problema es que hay países fuertemente centralizados, como Venezuela, que se definen como federales. La aproximación alternativa es detenerse en el poder de decisión que tienen los gobiernos regionales; a más poder, más descentralización. Pero por supuesto, no hay un umbral que distinga países descentralizados de países centralizados.

¿Qué ejemplos extremos podríamos poner de ambos modelos?
De acuerdo con los datos de Regional Authority Index (RAI), uno de los indicadores más empleados y más conocidos, Alemania es el país más descentralizado del mundo y Singapur, Malta o Islandia son algunos de los países más centralizados del mundo.

¿Y cómo se definiría España en este sentido?
España es formalmente un Estado unitario, pero fuertemente descentralizado. De nuevo, de acuerdo con RAI, España es el cuarto país más descentralizado del mundo tras Alemania, Bosnia y Herzegovina e India.

La creencia popular es que un Estado centralizado es más rápido y contundente en la respuesta o reacción ante cualquier crisis. China en la pandemia, Rusia en la guerra... ¿Es esto así?
Efectivamente, si el poder está concentrado en manos del Gobierno nacional, la respuesta es más rápida. No obstante, que la respuesta sea rápida no significa necesariamente que sea la mejor; la adaptación de la respuesta a las diferencias geográficas dentro del país [no es lo mismo la dispersión de la población en Galicia que en Cataluña por ejemplo] es mejor en Estados descentralizados.

La pandemia en España puso de moda el término cogobernanza, directamente relacionado con la descentralización de competencias. Los datos del país en general no fueron buenos. ¿Nos penalizó esa administración multinivel?
La gestión de la pandemia ilustra mi punto anterior. A más actores [en este caso gobiernos autonómicos] tomando decisiones, más lenta la reacción y más incertidumbre para los ciudadanos debido a que las regulaciones varían entre comunidades autónomas.

¿Tiene sentido mantener ministerios en áreas cuyas competencias están totalmente transferidas a las comunidades autónomas?
No lo tiene. Su única tarea sería la coordinación y seguramente es algo que no necesita de una cartera ministerial.

¿Debe y puede centralizarse la acción de una Unión Europea formada por 27 países?
La centralización/descentralización tiene lugar en áreas determinadas. La centralización de la política exterior o la gestión de un ejército no plantea muchos problemas y mejoraría la situación con economías de escala. Sin embargo, en sanidad o educación sería muy problemático. Un único ejército en Europa en lugar de 27 seria más barato y eficiente. Por tanto, no pensamos sobre la descentralización en general, sino sobre áreas específicas.

¿La riqueza o las potencias económicas se concentran en países más o menos descentralizados? ¿O no responde a un patrón.
La riqueza de un país no es lo que mejor explica el nivel de descentralización. El tamaño de los países y la diversidad cultural o lingüística son los mejores predictores.

La respuesta de un Gobierno a fenómenos extremos e insólitos en muchos países como un ataque terrorista o una pandemia mejora con la experiencia, independientemente del grado de centralización. ¿Qué influye más?
Es obvio que muchos aprendizajes en la toma de decisiones se basan en la prueba y error. La repetición de situaciones de crisis permite mejorar en la respuesta.

Muchos países tienen mecanismos para limitar los derechos fundamentales en caso de crisis grave, como estados de alarma, excepción o sitio, que en el fondo son formas de centralizar decisiones.
Así es. Pero estos mecanismos tienen sentido cuando la respuesta de un Estado tiene que ser inmediata. Se trata de algo temporal, no obstante, que supone suspender las reglas de juego; por este motivo debe haber una fiscalización clara y provisionalidad.

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