Iglesias: ''Existen ciertos micromachismos en las bromas de mis gafas de sol o mi edad''

Desde la tranquilidad de su residencia habitual, en Ourense, Carmen Iglesias, expulsada de Esquerda Unida (EU) y oficialmente diputada del Grupo Mixto tras haberlo solicitado así, perfila la estrategia política que seguirá sin esa "presión insoportable" que por su "salud mental y dignidad" ya no soportaba y después del fracaso de un pacto con Xosé Manuel Beiras que fracasó.

Esta mujer, que concurrió como número dos de AGE por Ourense al Parlamento, accedió al escaño en contra del criterio de su organización política, EU, que, para el equilibrio de fuerzas en la coalición con Anova pretendía que dejase correr la lista una vez que el diputado David Fernández Calviño, militante de esta última, abandonó su acta para un proyecto de investigación en Dinamarca.

Tras la "vorágine sufrida", a Carmen Iglesias le cuesta hablar de este asunto, que prefiere desterrar, y en su casa, donde convive con su pareja y un perro, cuenta a EFE que "ahora empieza otra nueva etapa. La anterior remató en el momento en el que Esquerda Unida- Izquierda Unida me expulsa. Y en el momento en que vemos todos que no funcionará la integración, esto se rompe y no pasa nada".

"Somos todos parlamentarios y somos todos civilizados", prosigue.

Lejos de mostrar acritud, simplemente concreta que continuar en Alternativa Galega de Esquerda (AGE) no fue factible y explica que hubo "una especie de pacto" con el portavoz, Xosé Manuel Beiras, para dejar pasar un tiempo "a ver si funcionaba, y no funcionó".

Vinculada durante años a la lucha sindical, asegura que quiere centrarse en su trabajo "dentro del Grupo Mixto" con el objetivo de "llevar la voz de las minorías", que son su principal apoyo para su rol de "dignificar el ejercicio político".

Carmen Iglesias sostiene que su discurso será "políticamente incorrecto aunque conservando las formas", e incluso avanza sus primeras propuestas: "Una sobre la Ley de Familia y otra de Protección de la Maternidad".

No le gusta el anteproyecto de reforma de la Ley del Aborto, especifica por si su comentario pudiese dar lugar a un equívoco, ya que si la anterior era "imperfecta", añade, "ahora volvemos a las cavernas".

De la corrupción y la política, ante supuestas tramas como la que se investiga en la llamada Operación Pokemon, cree que el origen está "en la cúpula de los partidos", pero prefiere dejar esto "a los partidos que han sido señalados".

Considera positivo el hecho de que haya hasta cinco grupos políticos en el Parlamento porque "cuanto más plural, más representativo y más democrático".

Las cuestiones económicas las sintetiza en una reflexión: "O bien se recorta al grupo del que me fui o bien a todos los grupos se les recorta algo, lo que pasaría al Grupo Mixto", en este caso conformado únicamente por ella.

La situación la ve "muy saludable" y "un buen pretexto para que se revisen las asignaciones económicas que se les dan a los grupos".

Carmen Iglesias teme los atavismos, porque es "mujer y mayor" y existen "ciertos micro-machismos" que ha comprobado, apunta, en las bromas sobre sus gafas de sol o su edad.

"Pero para mí es un motivo más de lucha en un trabajo que afronto ilusionada".

Su intención es "hablar con todos" y trabajar por los ciudadanos tras un largo y arduo camino que ha de valer la pena, porque si no creyese en lo que puede hacer "no estaría aquí".

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