Un grupo de exmiembros de los Miguelianos acusan a un obispo de silenciarlos y defienden a su líder

Luis Quinteiro, por su parte, asegura que no ha "impuesto silencio a nadie" y ha rehusado hacer más comentarios sobre el resto de acusaciones vertidas contra su persona

 

Miguel Rosendo, líder de la orden de los miguelianos. AGN
photo_camera Miguel Rosendo, líder de la orden de los miguelianos. AGN

Un grupo de exmiembros laicos de la extinta Orden y Mandato de San Miguel Arcángel han acusado este jueves al obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro, de imponerles silencio, algo que el prelado ha desmentido, y han alegado que por este motivo no habían comparecido públicamente hasta la fecha para ofrecer su versión.

El obispo ha recalcado, por su parte, que no ha "impuesto silencio a nadie" y ha rehusado hacer más comentarios sobre el resto de acusaciones vertidas contra su persona, y en general sobre esta causa, "por respeto a la Justicia".

Una docena miembros de la secta de los denominados Miguelianos lo señalaron en una conferencia de prensa previa por "utilizar" el voto de silencio para que las pseudomonjas consagradas no se pudieran defender del "linchamiento público" al que han estado sometidas desde que estalló el escándalo.

Han señalado también que el obispo reconoció en privado que Miguel Rosendo da Silva, el líder de la secta en prisión provisional desde diciembre de 2014, "es inocente"

Han señalado también que el obispo reconoció en privado a una de ellas, María del Carmen Abalde, que Miguel Rosendo da Silva, el líder de la secta en prisión provisional desde diciembre de 2014, "es inocente".

Esta adepta ha planteado cómo el obispo permitió que su hija, menor de edad por entonces, ingresara en la orden cuando ya sabía de los supuestos abusos sexuales y tratos vejatorios denunciados por el sacerdote Isaac de Vega y por cuatro sacerdotes a los que ha atribuido intereses económicos y rechazo a la vocación de sus hijas.

Otro de los argumentos esgrimidos por este grupo de exmiembros de los miguelianos para haber permanecido en silencio hasta ahora es que se sienten amenazados por De Vega, asistente eclesiástico de la orden, que fue quien alertó a las autoridades de los presuntos abusos sexuales y psicológicos por parte de Rosendo.

Uno de ellos, Darío Comesaña, ha insinuado supuestas relaciones entre narcotraficantes y De Vega, en su condición de capellán de la cárcel de A Lama.

No fue hasta que estalló el escándalo cuando la Diócesis católica de Tui-Vigo retiró su apoyo a esta organización y a su derivada, llamada Serviam

Francisco Javier Martínez, que ha ejercido como portavoz de este grupo de adeptos, ha aludido a una supuesta amenaza de De Vega de que iba "a degüello" contra la Orden y Mandato San Miguel Arcángel, reconocida por la Diócesis de Tui-Vigo en julio de 2009 como asociación pública de fieles con derecho diocesano.

Tres años después, tras tener conocimiento de unas supuestas "irregularidades" y para comprobar su veracidad nombró a De Vega como visitador canónico, que elaboró un informe que fue la base para que la Iglesia católica apartara cautelarmente a Rosendo por su "conducta moral".

No fue hasta que estalló el escándalo cuando la Diócesis católica de Tui-Vigo retiró su apoyo a esta organización y a su derivada, llamada Serviam, establecida en Madrid.

"Esto no es un ataque contra la Iglesia ni los sacerdotes, ni contra el Opus Dei", sino que sus acusaciones se dirigen hacia "personas con nombres y apellidos" que "faltan a la verdad y nos han atacado", ha proclamado Martínez.

Todos han defendido la inocencia de Rosendo, han reclamado su puesta en libertad, han negado que la organización fuera una secta y han denunciado que el asunto está afectando a sus vidas personales y también profesionales.

Asimismo, han denunciado humillaciones a sus hijos en el colegio y en una eucaristía, y presiones para que fueran despedidos de sus empleos.

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