Perfiles

Gayoso, Pego y Estrada están "totalmente integrados" en la rutina diaria de la prisión

Un mes después de su ingreso en el penal de A Lama, los tres banqueros participan en las tareas comunes y empatizan con otros reclusos ► La semana pasada disfrutaron, durante tres horas, del primer vis a vis convivencial con familiares al que tienen derecho una vez al mes
Pasillo del módulo 9, en el que están recluidos los tres banqueros
photo_camera Pasillo del módulo 9, en el que están recluidos los tres banqueros

Pocos podían imaginar Julio Fernández Gayoso, José Luis Pego, Gregorio Gorriarán, Óscar Rodríguez Estrada y Ricardo Pradas que sus soñadas jubilaciones incluirían una temporada en prisión. Pero, por orden de la Audiencia Nacional, el próximo jueves cumplirán un mes exacto entre las rejas de los penales de A Lama y de Soto del Real.

Su vida en prisión dista mucho del lujo y la vida acomodada a la que se vincula a los banqueros pero, a pesar del breve espacio de tiempo transcurrido, se han amoldado perfectamente a su nueva situación. Al menos, en lo que concierne al expresidente de Novacaixagalicia (Gayoso), al primer y único director general que tuvo la entidad durante 10 meses (Pego) y al que fuera responsable del Departamento de Integración (Estrada).

Las distintas fuentes penitenciarias consultadas coinciden en que los tres "están totalmente integrados en el día a día", compartiendo las tareas comunes, relacionándose (e incluso empatizando) con el resto de compañeros de módulo y acatando sin rechistar las severas directrices que rigen en el interior de la cárcel.


Ninguno de los tres banqueros ha solicitado ningún trato preferencial dentro de la prisión salvo los lógicos derivados de cuestiones de salud


Fueron detenidos el 16 de enero por la mañana y a las 19 horas la Guardia Civil los trasladó hasta el penal pontevedrés, donde se les abrió la preceptiva ficha. Un documento celosamente protegido por Instituciones Penitenciarias —y más en el caso de internos mediáticos— desde que se filtrasen las imágenes de Barrionuevo y Vera haciendo ejercicio en el patio de la prisión de Guadalajara.

Sus primeras horas privados de libertad las pasaron entrevistándose con el médico, el psicólogo, el educador y la trabajadora social. Un trámite obligatorio en todos los ingresos para detectar posibles riesgos de autolesiones.

UN MÓDULO 'BLANDO'. Una vez superada esta fase y trasncurrida la primera noche, los responsables de A Lama decidieron asignarlos al módulo 9, considerado 'blando' en el argot penitenciario por cuanto está ocupado por reclusos con buena conducta, muchos de edad avanzada (como los tres banqueros) y cuyas condenas no son demasiado largas.

Desde el primer momento, Gayoso y Rodríguez Estrada se hicieron compañeros de celda. A Pego, descolgado, se le asignó un interno que cumple condena por tráfico de drogas.

Las mismas fuentes subrayan que en la elección del módulo no solo influyó la fecha de nacimiento sino también el tipo de delito, pues raramente se mezclan a los condenados por hechos violentos con los autores de los llamados 'de guante blanco'.

EL DÍA A DÍA. La rutina de los tres banqueros es idéntica a la de sus 80 compañeros de módulo. A las 8 de la mañana se realiza el primero de los cuatro recuentos del día. Los internos deben estar correctamente vestidos y tener la cama hecha.

A las 8.30 horas se abren las celdas y bajan al comedor para desayunar. Media hora después comienzan las tareas comunes, en las que Gayoso, Pego y Estrada participan desde el primer día. No es algo voluntario, sino una obligación que implica a todos los reclusos y que se basa en la limpieza: escaleras, comedor, patio... No existen privilegios cuando se trata de coger la escoba, el recogedor y la fregona.


Como ocurre con toda la población reclusa de A Lama, Gayoso, Pego y Estrada tienen derecho a un locutorio a la semana


De 13 a 14 horas es el momento de comer y tras la limpieza de rigor, los internos regresan a sus celdas para descansar, leer, dormir o lo que les plazca. Así hasta las 16.30 horas, cuando se realiza otro recuento y pueden regresar a las zonas comunes: comedor, patio, biblioteca...

A las 19 horas se realiza el único recuento del día fuera de las celdas. Si el tiempo lo permite, en el patio; si no, en el comedor, con los reclusos alineados en filas de cinco. Cuando los funcionarios dan el OK, comienza a servirse la cena.

A las 21 horas todos regresan a sus celdas para someterse al último cómputo del día. Una vez concluido, se cierran los barrotes y comienza el que los psicólogos consideran el momento más duro de la reclusión: cuando se reflexiona en silencio sobre el presente y, especialmente, el futuro.

Ninguno de los tres banqueros ha solicitado ningún trato preferencial dentro de la prisión salvo los lógicos derivados de cuestiones de salud. Al igual que los demás internos, disponen de dietas adaptadas a sus circunstancias y reciben la misma medicación que tenían pautada antes de ser privados de libertad.

CONTACTO CON EL EXTERIOR. Como ocurre con toda la población reclusa de A Lama, Gayoso, Pego y Estrada tienen derecho a un locutorio a la semana, el cual ejercieron a los pocos días de su llegada. En el caso del expresidente de la caja gallega, dialogó con una familiar, aprovechando su condición de abogada, sobre su nueva situación procesal.

Otro de los contactos que pueden tener con el exterior son los vis a vis convivenciales (los íntimos no llegan hasta después del primer mes de ingreso), de unas tres horas, que se desarrollan una vez al mes en una sala habilitada y en los que pueden participar hasta cinco familiares. Los banqueros disfrutaron la semana pasada de estos encuentros.

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