Las tres gallegas atrapadas en Ecuador aterrizan en Barajas

El grupo de la AISE que el pasado jueves reclamó al Gobierno que agilizase su regreso vivió una "odisea de viaje" de 16 horas por carretera antes de tomar el avión, según explicó Olalla Arbones, una periodista de Ponteareas que forma parte de la expedición
Grupo de sanitarios en Ecuador. DP
photo_camera Grupo de sanitarios en Ecuador. DP

Parte del grupo de voluntarios españoles, entre ellos tres gallegas, que se encontraban atrapados en Ecuador desde la pasada semana tras la declaración del estado de excepción en el país han aterrizado a primera hora de este lunes en el madrileño aeropuerto de Madrid-Barajas.

Entre el total de 350 repatriados está este grupo de la Asociación Internacional de Sanitarios en España (AISE), que reclamó el pasado jueves al Ejecutivo de Pedro Sánchez que actuase y agilizase su regreso a la península después de que la alcaldesa de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, Cynthia Viteri, impidiese aterrizar a un avión de Iberia porque venía de la capital española. 

"Una odisea de viaje". Así lo resume Olalla Arbones, una joven periodista de 28 años —los cumplió el pasado domingo— original de Ponteareas (Pontevedra) que forma parte de los voluntarios de AISE y que este lunes ha llegado a Madrid. Por la noche tiene previsto volar a Santiago, donde la recogerá su tía en coche con una autorización, y después tendrá que cumplir con el confinamiento propio del estado de alarma. 

Olalla se encontraba hasta este fin de semana en la Amazonia ecuatoriana, cerca de la frontera del país con Perú, en el sur. Ella, igual que otras dos gallegas que estaban en Babahoyo, colaboraba en una campaña de la asociación iniciada a finales de febrero y cancelada hace unos días debido a la situación de emergencia que vive el país por el coronavirus.

"MIL CONTRATIEMPOS". Para llegar desde Guadalupe a Quito y coger el vuelo este domingo, cuenta que vivió "una odisea" de 16 horas por carretera en una furgoneta en la que pudo montar gracias a la colaboración del consulado español. "Tuvimos que cruzar casi toda la Amazonia ecuatoriana, parte de la Cordillera Andina y hasta 23 controles sanitarios con militares y presencia policial. Tuvimos mil contratiempos", explica.

Además, para llegar a la residencia de la Universidad UTE de Quito, donde estuvo alojada con más españoles, también tuvieron que pasar "por el aeropuerto, que estaba completamente blindado" con militares en los accesos. "Da para un libro", admite. 

Este domingo, día de su partida, los recogió en dicha residencia, sobre las 9.30 horas de la mañana, una comitiva con la directora de Asuntos Internacionales del país. "Fuimos en dos autobuses para garantizar nuestra distancia de seguridad. Nos trajeron mascarillas, guantes, alcohol, higienizante de manos y todo para garantizar que nuestro traslado fuese lo más seguro posible", relata la ponteareana. 

Finalmente, aunque escoltados por agentes de la policía y armados con mascarillas y guantes, lograron llegar hasta el aeropuerto para subirse a ese avión de Iberia, que salió con un retraso de aproximadamente hora y media. 

En sus declaraciones a Europa Press, esta periodista gallega aprovecha para agradecer la labor de las autoridades ecuatorianas y del Consulado español en Guayaquil, capitaneado por Jorge Friend. "No hay palabras para describir todo lo bien que han gestionado esto. Una maravilla", expresa, sin tampoco dejar de lado a Iberia, que puso a disposición el avión "a la mayor brevedad posible", y a AISE, su asociación: "Se han desvivido".

OTRAS VOLUNTARIAS REPATRIADAS. "Venimos con ganas de trabajar", han asegurado otras voluntarias, en declaraciones a los medios a su llegada a Barajas, después de reconocer su felicidad por pisar suelo español. "Estamos contentas. Creíamos que no íbamos a llegar", ha apuntado una de las enfermeras. 

Por el momento, cada una de las sanitarias seguirá las indicaciones de sus hospitales para decidir si pueden incorporarse de manera inmediata al trabajo. "Creemos que tenemos que pasar cuarentena pero no sabemos. Depende de cada comunidad autónoma", ha señalado una de las enfermeras. 

Con su aterrizaje en Madrid se termina "una semana muy dura de cancelaciones y reubicaciones". "Ya podemos decir que estamos en España", ha celebrado una de ellas después de que la alcaldesa de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, Cynthia Viteri, impidiese el aterrizaje del avión de Iberia. 

Parte del grupo de 63 miembros españoles AISE que viajaron el pasado 24 de febrero a Ecuador pudo abandonar el país en el vuelo de la propia aerolínea, pero una treintena de ellos continuaba "atrapado" en territorio ecuatoriano "sin ninguna solución".

"LES PIDO CALMA". Precisamente, este mismo lunes la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha informado en una entrevista en TVE del retorno de "casi mil ciudadanos" españoles que se encontraban en el extranjero. 

"Se encontraban en Buenos Aires, en Ecuador, en Cabo Verde, en Atenas, en Gambia... quedan más, y a los que están esperando les pido calma. Estamos organizando medios para que puedan volver a España", ha aseverado.

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