Galicia va a las urnas en unas elecciones inéditas marcadas por el coronavirus

Los gallegos eligen quién gestionará la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia en los primeros comicios de la 'nueva normalidad'
Los candidatos a la presidencia de la Xunta
photo_camera Los candidatos a la presidencia de la Xunta. EP

Ha llegado el día de saber si Galicia seguirá gobernada desde este lunes por un Partido Popular con su cuarta mayoría absoluta consecutiva o si el resultado de las urnas allana a los partidos de izquierda el camino hacia la Xunta bajo la fórmula de una alianza multicolor. La respuesta está en las papeletas que los ciudadanos depositen este domingo en las urnas, en unas elecciones insólitas por la fecha y, sobre todo, porque son las primeras de la llamada nueva normalidad, la del coronavirus.

Hay cerca de 2,2 millones de residentes en Galicia llamados a votar en unas elecciones marcadas por la pandemia, además de 463.163 en el extranjero. El escenario excepcional en el que se celebra esta convocatoria, con una crisis sanitaria como telón de fondo, siembra dudas sobre la participación, que en las autonómicas de septiembre de 2016 fue del 63,75%. La incógnita ahora es si el miedo generado por el Covid-19, el rebrote de A Mariña y los 259 casos positivos en la comunidad que no pueden acudir a votar frenarán al electorado. 

Si la pandemia no hubiera llegado para poner todo patas arriba, los gallegos ya habrían votado hace más de tres meses, el 5 de abril. Fue la fecha que el popular Alberto Núñez Feijóo eligió al adelantar las elecciones. Finalmente este domingo, por primera vez en un julio y bajo un sol de justicia, los ciudadanos pueden votar rodeados de medidas de seguridad.

Los comicios serán un examen a varios niveles: tanto para el Gobierno de Pedro Sánchez como para las autonomías, que han asumido el control de la gestión de la pandemia en la desescalada.

Los números de la cita con las urnas
2.697.315 electores. Son los que están llamados a participar en las elecciones autonómicas, 2,2 millones de ellos residentes en Galicia y 463.163 en el exterior.

2.395 colegios electorales. Con un total de 3.952 mesas repartidas por toda la comunidad.

2,4 millones de mascarillas. Son las que se pondrán a disposición de los electores para cumplir las medidas de seguridad ante el coronavirus. Habrá también más de 40.000 botes de gel hidroalcohólico y 47.000 pantallas faciales para los miembros de las mesas electorales.

56 candidaturas. Son las que pugnan por los 75 asientos en el pazo de O Hórreo. Hay una lista más de las que se habían registrado para participar en la convocatoria del 5 de abril. 

7 de agosto. Es cuando se constituirá el Parlamento, aún con las medidas por determinar, en una sesión en la que los diputados tomarán posesión de su acta, jurarán o prometerán lealtad a la Constitución y al Estatuto y elegirán a los miembros de la Mesa.

 

Once formaciones políticas optan en esta jornada a hacerse con los 75 asientos en liza en el pazo de O Hórreo. Las formaciones de izquierda echarán un pulso por el cambio a un PP que busca revalidar la cuarta mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo. 

Mientras, llaman al cambio el PSdeG, con Gonzalo Caballero como aspirante a la presidencia; el BNG, con Ana Pontón como cabeza de cartel, y Galicia en Común-Anova Mareas, encabezada por Antón Gómez-Reino, asi como Marea Galeguista (Pancho Casal).

Ciudadanos (Beatriz Pino) y Vox aspiran a entrar en O Hórreo.

Sea cual sea el resultado, el nuevo Gobierno tendrá por delante un reto nada sencillo: gestionar una crisis sanitaria plagada de incertidumbre por la ausencia de vacuna frente al coronavirus y, lo que no será menos difícil, la debacle económica que la pandemia ha dejado

De nuevo con el País Vasco
Galicia estrena las elecciones de la nueva normalidad votando —de nuevo— el mismo día que el País Vasco, donde las encuestas dan al PNV como favorito y vaticinan incluso una mejora en los resultados de hace cuatro años. Eso supondría elevar los actuales 28 escaños, de un total de 75 en la Cámara vasca. 

Pese a este resultado que apuntan los sondeos, los nacionalistas vascos estarían obligados a pactar, y es previsible que opten por reeditar el pacto con el PSE-EE, que también confía en mejorar sus nueve escaños. Las mismas encuestas apuntan a que EH Bildu se consolidaría como segunda fuerza en el Parlamento vasco —actualmente tiene 18 diputados—, y no otorgan buenas perspectivas ni al espacio de la centroderecha constitucionalista, en la que PP y Ciudadanos acuden juntos bajo la misma marca, ni a Vox. 

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