Galicia, el país de los mil lobos

El último censo oficial de la especie realizado por la Xunta, con un amplísimo trabajo de campo durante los años 2021 y 2022, constata la presencia de 93 manadas y la evolución positiva del animal derivada del abandono del rural. "Probablemente haya más de los que pensamos", admite el biólogo Luis Llaneza
Manada de lobos en el norte de Lugo. PEDRO ALONSO
photo_camera Manada de lobos en el norte de Lugo. PEDRO ALONSO

"El urogallo desaparece; el lobo se recupera". Quien lo dice es Luis Llaneza, biólogo e investigador experto en lobo ibérico, y no es una frase al azar. Contiene mucha información relacionada con un factor que lleva años alterando el ecosistema natural: el progresivo abandono del rural. Así, la falta de clareos de la actividad agraria en el monte condena al urogallo a la extinción, igual que la falta de cultivos de cereal merma las poblaciones de codorniz, perdiz o aguiluchos, por citar algunos ejemplos. Sin embargo, la retirada del ser humano del campo cede más espacio al lobo. Y no solo a él, sino al conjunto de los grandes carnívoros, como el lince, el oso o incluso el águila imperial, que atravesaron momentos realmente críticos no hace tanto. "Hasta los años 80, en el campo, si una especie molestaba, la quitaban y punto", zanja este experto.

Esta realidad tiene su traducción en números. Aunque la ecología "nunca es exacta" como lo puede ser la física, dos años de intenso trabajo de campo para actualizar el censo del lobo en Galicia permiten a Llaneza afirmar que las poblaciones de lobo siguen una tendencia positiva.

El tamaño medio de la manada de lobos en Galicia estaría integrada por entre ocho y diez ejemplares"

El documento oficial, con datos de 2021 y 2022, certifica la existencia de 93 manadas, con una media de 8 a 10 ejemplares cada una –la pareja reproductora, cinco cachorros y tres o cuatro individuos vinculados–, lo que apunta a un millar de lobos en Galicia. "Pero probablemente haya más de los que pensamos", admite Llaneza.

"Estabilidad" 

Lo que sí se certifica en el censo es, al menos, la estabilidad de la especie con respecto al último gran censo oficial de referencia, el de 2012. Y atendiendo a los documentos y la investigación histórica, las cifras ni siquiera diferirían mucho de las del siglo XIX, al menos en lo referido a la distribución de la especie. "Está presente en el 90% del territorio gallego", apunta. La zona pontevedresa del Val Miñor es de las pocas donde no se constata la presencia del lobo en Galicia, lo que no quiere decir no esté.

En todo caso, sí está comprobado que la especie se concentra especialmente en el norte de las provincias de Lugo y A Coruña, sur de Ourense, Costa da Morte y toda la zona oriental fronteriza con Asturias, León y Zamora.

Y otra realidad evidente es que hay nuevos comportamientos, porque el lobo "reacciona a los cambios", especialmente en lo relacionado con la alimentación. Y ahí hubo muchísimos, ya que tradicionalmente la presencia de caballos de monte en Galicia, muy abundantes en buena parte del terreno, era "un gran predictor" de la presencia de lobos, pues constituía la base de su alimentación.

El lobo cazó durante años el caballo de monte en Galicia, pero su progresiva desaparición le obligó a modificar sus hábitos"

"¿Cuántos corzos había en Galicia en los años 70? ¿Y jabalíes?", se pregunta Luis Llaneza para explicar esta realidad. "Me acuerdo que los cazadores de A Fonsagrada me contaron que los primeros jabalíes de la zona se cazaron en los 70". Así es que es difícil que hasta entonces el lobo predase sobre ungulados silvestres (corzo y jabalí), como sí hace hoy en zonas con poca presencia de ganado, Así, las manadas del occidente gallego siguen dependiendo más del ganado de monte, mientras que las de la zona oriental depresan más sobre especies silvestres, en base a los análisis de excrementos. Una muestra más de la extraordinaria capacidad de adaptación de este animal a entornos tan humanizados como el gallego, con una aldea en cada esquina.

Y no es un fenómeno exclusivo de Galicia ni mucho menos. "En Alemania hasta hace poco no había lobos y hoy tienen 60 manadas", precisa Llaneza, confirmando que la recuperación de la especie es generalizada.

El censo

Llegar a estas conclusiones, no obstante, no fue fácil. Detrás está el trabajo coordinado de siete expertos de primer nivel, que formaron a 141 agentes forestales gallegos para peinar el territorio gallego siguiendo indicios válidos, como rascaduras y excrementos –las huellas no son concluyentes– que permitían después descubrir manadas y contabilizar ejemplares con grabaciones sonoras y fototrampeo. Dos años de trabajo, 3.348 recorridos y más de 13.000 kilómetros después, Galicia ya tiene su censo. Y pese a la evidente "mortalidad ilegal", hay lobos y su población goza de buena salud. "Ahora el reto es la convivencia con ellos".

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