Un formador de maquinistas: "Si Garzón no contestase a esa llamada podría haber sido sancionado"

"Peligro", "zona crítica" o "punto negro" fueron algunos de los términos con los que se refirió a la fatídica curva de A Grandeira
Sala de la Cidade da Cultura que acoge el juicio del Alvia. LAVANDEIRA JR (EFE)
photo_camera Sala de la Cidade da Cultura que acoge el juicio del Alvia, en una foto de archivo. LAVANDEIRA JR (EFE)

Manuel González Sánchez lleva 43 años en Renfe, los últimos como formador de maquinistas, y dijo conocerse al dedillo el reglamento interno para conducir trenes. Entre otros aspectos, "es obligatorio atender cualquier llamada que se reciba a través del teléfono corporativo", como la que, con fatales consecuencias, atendió Francisco José Garzón Amo al filo de las 20.40 horas del 24 de julio de 2013. Hasta el punto de que si "Garzón no hubiese contestado a esa llamada, podría haber sido sancionado".

Si bien reconoció, a preguntas de un abogado, que no le constan casos de sanciones por este motivo –"en mi jurisdicción, pero no quiere decir que no las hubiese en el resto de España"–, este experimentado ferroviario declaró este miércoles, en la duodécima jornada del juicio por el accidente de Angrois, que el maquinista monfortino "tuvo un accidente como el que pude tener yo, que había pasado antes 400 veces por esa curva, que era un peligro".

"Peligro", "zona crítica" o "punto negro" fueron algunos de los términos con los que se refirió a la fatídica curva de A Grandeira, sobre la que desconoce "cómo no se hizo nada". Una actuación que hubiese correspondido, dijo, "a Adif".

"¡Lo que se hizo después [señalizarla] se tenía que haber hecho antes del accidente! ¡Y mira que el Mazaira avisó!", exclamó, visiblemente enervado, en alusión a José Ramón Iglesias Mazaira ,el jefe de maquinistas de Galicia, que avisó por e-mail de la peligrosidad de la curva de Angrois a las dos semanas de la puesta en servicio de la línea de Alvia Ourense-A Coruña, en diciembre de 2011.

Respecto a la polémica por las quejas entre los maquinistas y su traslado, o ausencia del mismo, a Adif, González Sánchez explicó que los conductores "nos limitábamos a aceptar las herramientas de trabajo que nos daba Adif", ente con el que reconoció que tenían escasa cuando no nula relación.

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