El reparto de las posibilidades de pesca para 2023 en aguas donde trabaja la flota de litoral deja de nuevo un sabor agridulce en Galicia. Las buenas noticias las trae el incremento en la cuota de merluza, con el que ya se contaba, y una considerable mejora para la caballa, dos logros empañados por el golpe a los barcos que capturan jurel desde Fisterra hacia el norte. Este es el gran punto negativo del acuerdo que los ministros de Pesca de la Unión Europea alcanzaron a primera hora de este martes tras una negociación maratoniana que arrancó el domingo.
Jurel
Pese a que no habrá un cierre total de la pesquería como proponía Bruselas, los barcos españoles apenas podrán traer jurel a tierra. Y es que solo dispondrán de 3.271 toneladas —para hacerse una idea del tijeretazo, son el 21% de las en torno a 15.000 asignadas para este año en aguas del Cantábrico y Gran Sol— y únicamente para pesca accidental. Esto es: solo podrán coger jurel y llevarlo a puerto si entra en los aparejos cuando vayan en busca de otras especies, sin que supere un porcentaje limitado de las capturas en cada desembarco.
La medida, que el Ejecutivo comunitario achaca a una delicada situación biológica del recurso, supone un palo especialmente para el cerco, el segmento que más captura esta especie, seguido del arrastre. Los cerqueiros lo extraen durante todo el año, mientras la pesca de otras de sus especies objetivo se ciñe a determinadas épocas, como ocurre con la caballa en primavera o la sardina en verano. "É un mazazo", señala el patrón mayor de Burela y presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero.
El escenario al que se enfrentan los barcos que extraen esta especie desde Fisterra al norte es muy distinto del que tienen por delante los que faenan de allí al sur, pues en esas aguas la cuota de jurel aumenta un 15,1%, pese a que este año no llegaron a consumir todo el cupo que tenían asignado.
Esto beneficia a las flotas de Portosín, Ribeira o Vigo, mientras sus compañeros de la zona de A Coruña o de la Mariña lucense sufren un tajo que no se compensa con el incremento de la cuota de caballa, aunque sí es uno de los aspectos más positivos del acuerdo sellado en Bruselas. Y es que el cupo de esta especie para España aumenta un 20%, hasta las 29.439 toneladas. Este resultado es fruto de un acuerdo entre la Unión Europea, Reino Unido, Noruega e Islas Feroe.
Las buenas noticias de cara a 2023 son dobles porque, además de este repunte, la flota que captura caballa deja atrás la multa por sobrepesca que cada año desde 2016 le restaba automáticamente más de 5.500 toneladas.
Merluza
Otra de las luces del reparto es el aumento de las posibilidades de pesca de merluza sur, una mejora con la que ya se contaba. Hay que recordar que pasado el ecuador de octubre, a dos meses y medio escasos para cerrar este año, la cuota de esta especie en el caladero nacional se disparó de golpe un 84% para consumir ante del 31 de diciembre. Tras años de recortes, este movimiento llegó después de detectarse un error en el modelo de cálculo de la biomasa, con lo que el estado del stock era realmente mucho mejor del estimado.
Ese fuerte aumento se consolida, y a mayores se suma para 2023 un alza del 10,3%, con lo que se alcanzan las 9.953 toneladas. Ese aumento adicional es el que propuso la Comisión Europea a finales de octubre, por lo que no ha habido sorpresas.
Aumentan las posibilidades de pesca de rape y gallo en el caladero nacional y se contemplan también subidas en el Gran Sol
Otras mejoras
También para el gallo y el rape en aguas del caladero nacional se aplicarán las mejoras planteadas por Bruselas, del 32,9 y 12,2%, respectivamente.
¿Y qué ha pasado con la anguila, sobre la que planeaba un cierre en la práctica? Se amplía su veda de tres a seis meses, con flexibilidad para que las comunidades puedan aplicarla en dos periodos.
Noticias para Gran Sol
En la cumbre de más de dos días celebrada en la capital belga solo se negociaron los totales admisibles de captura (TAC) y cuotas exclusivas de la Unión Europea, mientras las posibilidades de pesca en el Gran Sol dependen de las negociaciones con Reino Unido por ser aguas compartidas. Y parece que ya está perfilado un acuerdo, con subidas para las principales especies de interés para la flota gallega. A falta de que se confirmen las cifras y se rubrique el pacto, se da por hecho que habrá un aumento del cupo de merluza norte de más de un 5%. "Parecíanos que se ía incrementar bastante máis", señala el gerente de la Organización de Productores Pesqueros del Puerto de Burela, Sergio López.
Hay que recordar que los pincheiros que capturan esta especie en el Gran Sol son los grandes perjudicados del veto a las artes de fondo en 87 áreas del Atlántico a profundidades entre 400 y 800 metros que entró en vigor el pasado 9 de octubre, lo que les obligó a abandonar sus zonas tradicionales de pesca y buscar otras donde ya faenaban otros barcos. Esto ha generado tiempos de espera y un descenso de las capturas.
En caladeros del norte también se contempla un aumento del 11% en la cuota de rape y del 14% para el gallo, mejoras que desde la cooperativa de armadores de Vigo (Arvi) ven "satisfactorias".
En relación con la actividad en las aguas del Reino Unido hay otra novedad. Por primera vez desde el Brexit, la flota española que pesca bonito podrá entrar en aguas británicas para capturarlo.
