El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, no recurrirá el archivo provisional de la causa por la desaparición de Sonia Iglesias, decisión que la titular del juzgado de instrucción número 3 adoptó hace unos días.
Esto no significa que la investigación se paralice, ni mucho menos. De hecho, el equipo especializado de la Policía Nacional sigue trabajando a conciencia en el caso. En concreto, y según informó este periódico hace unos días, están pendientes de ser analizados genéticamente unos restos de corteza cerebral hallados en el último registro en la finca de la rúa San Amaro número 33, propiedad de la familia de Julio Araújo, aunque se desconoce si son de origen animal o vegetal.
El caso podría reabrirse siempre que este análisis u otras de las diligencias que se realicen arrojen nuevas pistas para saber qué ocurrió aquel 18 de agosto de 2010.