Unas fibras halladas en las uñas de Déborah Fernández cercan al principal sospechoso

La familia pide nuevos cotejos de muestras tras este nuevo hallazgo
Carteles de búsqueda de Déborah Fernández, tras su desaparición en 2002. ARCHIVO
photo_camera Carteles de búsqueda de Déborah Fernández, tras su desaparición en 2002. ARCHIVO

La familia de Déborah Fernández ha pedido nuevos cotejos de muestras, después de que se confirmase la aparición de fibras textiles bajo las uñas de la joven, que son "compatibles" con una colcha que, en su día, perteneció a quien han considerado el principal sospechoso de su muerte (aunque nunca estuvo imputado).

El cuerpo de la joven, que apareció muerta en mayo de 2002, varios días después de haber desaparecido, fue exhumado hace unos meses para la realización de diversos análisis, entre ellos, la búsqueda de posibles restos bajo sus uñas y, de hecho, se extrajeron fibras textiles.

El informe realizado por el Instituto Nacional de Toxicología desvela que, para realizar un cotejo, se estudiaron las fibras de tres muestras: dos colchas y una manta de sofá. Usando microscopios ópticos y de fluorescencia, los técnicos concluyen que hay "semejanzas" entre una de las fibras encontradas (fibras de color blanco de algodón) y los restos hallados bajo las uñas de Déborah.

En todo caso, los expertos advierten de que esas fibras "son de amplia distribución en materiales textiles", por lo que podrían tener "múltiples orígenes".

Esa colchas, han explicado fuentes conocedoras de la investigación, pertenecieron en su día a la expareja de la joven, aunque éste se las regaló a una persona de su entorno. A esa misma persona, le regaló también un arcón congelador que también ha sido analizado, y en el que también se extrajeron fibras.

Tras las conclusiones de Toxicología, la familia de Déborah Fernández ha pedido que los restos hallados bajo las uñas sean cotejados ahora con las fibras extraídas del arcón congelador y las encontradas en el pelo de la fallecida.

OTRAS DILIGENCIAS. La familia pidió también en su día que se vuelva a analizar pelo localizado en el cadáver de Déborah, así como la cuerda que apareció cerca del cuerpo, y poder cotejar los resultados con el ADN de una treintena de personas

Mientras, este mes de octubre el Juzgado de Instrucción 2 de Tui (Pontevedra) retomará la toma de declaraciones, que incluirá a testigos que no comparecieron hasta el momento. Así, está prevista la declaración de la última persona que vio a la joven con vida, de varios agentes de Policía y de otros testigos.

DESAPARICIÓN. Déborah Fernández-Cervera desapareció en abril de 2002 después de salir a correr por la zona viguesa de Samil. Varios días después, su cuerpo fue encontrado desnudo en una cuneta en el municipio pontevedrés de O Rosal, a unos 40 kilómetros de distancia.

Aunque el caso se cerró sin detenciones ni imputados, en noviembre de 2019 el Juzgado de Instrucción 2 de Tui acordó su reapertura para proceder a la práctica de nuevas actuaciones.

Desde entonces, más de una decena de personas, entre ellas una que estuvo a cargo de la investigación en un primer momento, han prestado declaración. Además, el pasado mes de mayo se exhumó el cuerpo de la joven tras una autorización judicial para que los peritos forenses lo analizasen en busca de indicios que arrojasen luz sobre su muerte.