Feijóo tiene mes y medio para diseñar un gobierno que apunta a continuista

Contrario a elegir conselleiros en base a cuotas territoriales y poco dado a giros bruscos de guion, el presidente siempre confió en los equipos que lo llevaron a ganar las elecciones. La gran incógnita es si habrá o no pistas en clave sucesoria
Alberto Núñez Feijóo, en un acto de esta campaña electoral de las autonómicas gallegas. EFE
photo_camera Alberto Núñez Feijóo, en un acto de esta campaña electoral de las autonómicas gallegas. EFE

Ganadas las elecciones autonómicas por cuarta vez consecutiva, a Alberto Núñez Feijóo le toca ahora formar el nuevo Gobierno de la Xunta. Y aunque no es una tarea nueva para él y el calendario tampoco lo aprieta demasiado, ya que tendrá mes y medio por delante, siempre es un momento clave en la legislatura. Del acierto o no de su elección dependerá la gestión de la comunidad en los próximos años, que se auguran especialmente complejos en materia económica y social, porque la crisis del coronavirus dejará parte del país convertido en un solar en ruinas.

De arranque, la próxima Xunta de Galicia será continuista. Salvo un giro inesperado de guion de esos que nunca gustaron mucho al presidente, el historial de Feijóo desde 2009 invita a pensar en que mantendrá al grueso o incluso la totalidad de su equipo, como hizo siempre que ganó las elecciones. De hecho, ya premió la confianza en su gente situando a sus conselleiros y altos cargos en los puestos de salida de las listas del 12-J, lo que todos interpretan como un mensaje claro: volverá a contar con ellos.

"Es el equipo que ha gestionado la pandemia y ha sido revalidado por las urnas", confirmaron a Europa Press fuentes cercanas al entorno del presidente.

Sucesión
El entorno del presidente asegura que ahora mismo "no está pensando a nivel orgánico" sino en la Xunta para combatir la pandemia

La previsibilidad siempre fue una de las características de Alberto Núñez Feijóo, que a la hora de configurar su Ejecutivo nunca se dejó llevar por ejemplo por cuotas territoriales. Ourense estuvo un tiempo sin conselleiro, desde la salida de Jesús Vázquez hasta la llegada del titular de Medio Rural, José González. O Lugo, que hasta la llegada de Francisco Conde tuvo como máximo representante a Samuel Juárez, que en realidad es berciano.

¿PISTAS SUCESORIAS? Bajo estas premisas, la gran incógnita que puede presentar la formación del nuevo Gobierno gallego pasa principalmente por las pistas que puede dar el presidente en clave sucesoria. Sería por ejemplo a través del refuerzo de alguno de sus conselleiros o conselleiras con una segunda vicepresidencia en clave económica o social.

En todo caso, Feijóo nunca visibilizó hasta ahora ninguna estrategia que invite a pensar en que cederá el timón al frente de la Xunta o del PPdeG. Si ni siquiera lo hizo cuando tenía medio pie en Madrid, tampoco parece que tenga prisa por abrir un melón que todavía puede madurar un tiempo. Aunque quizás tampoco demasiado, porque el PPdeG tiene pendiente la celebración de un congreso interno que tendría que ratificar a Feijóo o buscarle relevo. Ahora mismo, indican en el PPdeG, él no está "pensando a nivel orgánico", sino en la Xunta de Galicia. Por eso el citado congreso no tiene ni fecha.

En cuanto a su Ejecutivo, también hay voces que apuntan a un refuerzo de los perfiles económicos en la Xunta para tratar de afrontar la crisis que se avecina. Hoy esa área está en manos de Valeriano Martínez (Facenda) y Francisco Conde (Economía), dos de los hombres de máxima confianza del presidente.

En esa teoría encajaría una hipótesis que se produce después de cada cita electoral de las autonómicas: el salto del portavoz parlamentario, Pedro Puy, experto en economía, al Gobierno gallego. Hasta ahora nunca se produjo y la fe de Feijóo en el sobrino de Manuel Fraga para dirigir el grupo popular en la Cámara es total. El Pazo do Hórreo es, hoy por hoy, el ecosistema idóneo para Puy.

Calendario
​Si los plazos se agilizan al máximo, el nuevo Gobierno autonómico podría estar plenamente operativo la última semana de agosto

CALENDARIO. El presidente de la Xunta en funciones tiene mes y medio por delante para resolver esta y otras incógnitas que puedan presentarse. La sesión constitutiva del nuevo Parlamento tendrá lugar el 7 de agosto y la previsión con la que se trabaja en el entorno de Feijóo es la de acortar los plazos al máximo. Es más, uno de los mensajes fuerza del candidato popular durante la campaña fue que no se desviaría de la gestión ni dejaría de trabajar, aunque en funciones, al frente de la Xunta. La agenda actual, con el coronavirus todavía circulando por Galicia, así lo demanda.

Bajo esta premisa, la última semana de agosto aparece marcada en rojo en el calendario, ya que es la primera en la que, agilizando todos los pasos previos, se podría celebrar la investidura y toma de posesión del nuevo presidente. Si sigue el guión de mandatos previos, la designación de su nuevo Gobierno la efectuaría de inmediato, probablemente ese domingo.

Antes, tras la constitución del Parlamento el día 7 de agosto, hay que seguir una serie de pasos formales. Y es que, a los 15 días como máximo, se celebrará la apertura solemne de la Cámara. Entre tanto, también se tienen que constituir los grupos parlamentarios y hay de plazo diez días para las diferentes comisiones.

Estos pasos formales sitúan el nuevo Gobierno en plenitud de funciones en torno al 31 de agosto y dan a Feijóo, amigo de medir los tiempos y no acelerar ninguna decisión, un plazo de alrededor de mes y medio para determinar quién va a estar en la Xunta.

Aunque muchos de los conselleiros no sabrán que lo son hasta que reciban la llamada del presidente un día o incluso unas horas antes de tomar posesión, la ronda de preguntas públicas sobre su continuidad arrancó este martes en Santiago con Ethel Vázquez. La titular de Infraestruturas fue cauta. "Esas son decisiones del presidente. Yo estaré donde me toque", zanjó, consciente de que en política no hay nada peor que estar en las quinielas para que no te toque nada.

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