Recién remodelado el Gobierno gallego y tapada la gotera que suponía la Consellería de Sanidade, que de un tiempo a esta parte se había convertido en algo así como la casa de los líos, Alberto Núñez Feijóo afronta con espíritu positivo y constructivo el debate sobre el estado de autonomía, que se desarrollará esta misma semana. Comenzará el miércoles con su intervención, en la que plasmará su "hoja de ruta" y los ejes fundamentales de lo que será su línea política hasta el final de legislatura, y concluirá el viernes.
A ese ambiente de optimismo que respira el titular de la Xunta contribuye el hecho de que la oposición se encuentre en un momento de división. Por una parte, el PSdeG aún no acabó de cerrar las heridas abiertas en Lugo tras el caso Martínez y las discrepancias con el BNG sobre la presencia o no de imputados en el futuro gobierno provincial, que liderará el socialista Darío Campos tras una moción de censura que apartó del cargo a la popular Elena Candia.
Además, el líder de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, aún sigue atrapado judicialmente en el caso Garañón, lo que limita su margen de maniobra. Y ello pese a que estos días recibió por primera vez el apoyo explícito del alcalde de Vigo, Abel Caballero, para ser candidato a la Xunta. A los problemas internos del PSOE cabe sumar el enfrentamiento que vienen manteniendo de un tiempo a esta parte los miembros de Anova (integrados en Age con EU en el Parlamento) y el BNG por mor de una lista unitaria gallega de difícil conformación.
El penúltimo capítulo de esta confrontación se vivió este domingo, cuando Xavier Vence, portavoz nacional del Bloque, recordó al partido de Xosé Manuel Beiras que aún está a tiempo de integrar la candidatura de unidad popular. A ello le respondió Martiño Noriega, coordinador y coportavoz de Anova, además de alcalde de Santiago con Compostela Aberta, con un mensaje claro: "Empeza a resultar bastante canso todo o proceso destes meses nos que o BNG fai un chamamento á unidade popular, pero, no fondo, pon 25 condicións para chegar a ela". Y, ante los micrófonos de la Cadena
Ser, pidió a sus excompañeros de filas que no estén "todo o tempo victimizándose".
Vence, por su parte, insistió desde Radio Nacional que "a porta seguirá aberta ata que se peche o momento de conformar coalicións" y dejó claro que aún no pierde la esperanza, algo en lo que coincide con Noriega y con las plataformas que impulsan esta confluencia —Encontro Cidadán pola Marea Galega e Iniciativa pola Unión—, que el pasado fin de semana hicieron una última llamada al entendimiento.
COMPROMISO. Mientras tanto, Feijóo aprovechó una entrevista en Faro de Vigo para alertar de que "estamos ante el mayor brote de populismo de los últimos 40 años de democracia en España". Y recalcó: "Aquí lo tenemos con IU, las Mareas y Age". También tuvo palabras para el secretario general del PSdeG: "¿Y qué decir del PSOE? Besteiro está en los juzgados y su partido no le hace caso ni donde fue presidente de la Diputación", argumenta Feijóo, que hasta el primer trimestre de 2016 no desvelará si opta de nuevo a presidir la Xunta.
Lo que sí deja claro es que no irá en las listas de las próximas elecciones generales del 20 de diciembre y que estará al frente del Gobierno gallego hasta que acabe esta legislatura. Sobre la posibilidad de introducir relevos en el PP de Pontevedra y A Coruña, el presidente del Partido Popular de Galicia elude pronunciarse, aunque deja entrever un posible cambio de caras. José Manuel Rey por Carlos Negreira y Jesús Vázquez Almuiña por Rafael Louzán son los nombres que ahora suenan.
