Los dos tripulantes fallecidos en el atunero atunero vigués Albacora Cuatro este miércoles víctimas de una fuga de amoniaco son gallegos, ambos vecinos de Barbanza. En un primer momento, fuentes gubernamentales indicaban que una de las víctimas era natural de Asturias, pero posteriormente se confirmó que ambos son vecinos de Barbanza, una Palmeira, en Ribeira, y otro Xuño, en Porto do Son. Se trata de Ángel Boo, de 35 años, y Francisco Caméan.
Una fuga de amoniaco del sistema de refrigeración fue la causa de la muerte de estos dos marineros del atunero vigués Albacora Cuatro en Seychelles, en un incidente que dejó también al menos ocho heridos. En un primer momento se había apuntado a una explosión que, en realidad, nunca se produjo.
Según fuentes de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) consultadas por Europa Press, esta fuga de amoniaco se produjo mientras se realizaban tareas de reparación del atunero en el Puerto Victoria, la capital de las Islas Seychelles.
Los marineros gallegos, además, eran los dos únicos españoles de la tripulación, según confirmó la Xunta. El presidente gallego, Alfonso Rueda, ha lamentado el accidente y ha enviado sus condolencias a las familias de los fallecidos, al tiempo que ha pedido que se esclarezcan las causas del accidente.
La repatriación, "lo antes posible"
El delegado del Gobierno, José Miñones, ha informado de que el Ejecutivo central colabora con la armadora para "adelantar los tiempos lo antes posible" de las repatriaciones.
A preguntas de los medios en Ourense, el delegado del Gobierno remarca que miembros del Instituto Social de la Marina (ISM) "están allí acompañando a los heridos" y la embajada "está al pie del cañón" para la colaboración que prestan de forma directa a familiares y víctimas.
Igualmente, ha ratificado han sido dados de alta siete de los ocho heridos, mientras el que permanece en el hospital "no corre peligro". Ahora, se realiza un acompañamiento ante el "shock" por lo sucedido.
Por otra parte, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) realiza una evaluación previa de lo ocurrido en el Albacora Cuatro en Seychelles para saber si le compete llevar a cabo indagaciones.
Según explica la Ciaim a Europa Press, estudia "si se trata de un accidente marítimo sujeto a investigación de acuerdo con el Código Omi de investigación de siniestros y la Directiva 2009/18/CE, o si se trata de un accidente laboral en puerto durante una reparación", pues si se confirma este último extremo la Comisión "no sería competente para investigarlo".
Pedro Sánchez muestra su apoyo a las familias.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señaló en la noche del miércoles que sigue "atento" las informaciones que llegan sobre el atunero vigués.
"Todo nuestro apoyo y cariño a sus familias y nuestros mejores deseos para las ocho personas que han resultado heridas", ha añadido el jefe del Ejecutivo en un mensaje publicado en la red social Twitter.
Ocho tripulantes heridos
Otros ocho tripulantes han resultado heridos. Han sido atendidos por el centro del Instituto Social de la Marina (ISM) en la zona y trasladados al hospital acompañados de personal sanitario del ISM.
Siete de esos marineros han recibido el alta hospitalaria y un tripulante permanece hospitalizado con insuficiencia respiratoria, según la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac).
Opagac, patronal a la que pertenece el buque Albacora Cuatro, ha lamentado este jueves en un comunicado el fallecimiento de dos miembros españoles de su tripulación, como consecuencia de dicha explosión en Puerto Victoria, además de expresar su solidaridad y apoyo a los familiares de los fallecidos.
El barco estaba siendo objeto de una reparación en el muelle cuando se produjo la explosión, que según las primeras hipótesis que han trascendido podría deberse a una fuga de amoniaco.
El atunero, que opera en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, pertenece a Compañía Europea de Túnidos, firma con sede en Vigo. Fue construido en 1974, reformado en 1998 y tiene 88 metros de eslora y 16 de manga. En el año 2000, cuando pertenecía a una compañía vasca, fue secuestrado por piratas somalíes.
Esta es una nueva tragedia en el mar para Galicia, que aún tiene muy presentes el hundimiento del Piedras en el Gran Sol, en el que afortunadamente no hubo que lamentar muertes, y la tragedia del Villa de Pitanxo, que se cobró 21 vidas.
