¿Existen las peleas ilegales de gallos en Galicia?

Detenido un veterinario en Valencia por cortar la cresta a 4.000 aves para batallas en sitios como Pontevedra
Instalaciones descubiertas con algunos de los animales sometidos a descreste y desbarbe para su utilización en peleas ilegales. GUARDIA CIVIL
photo_camera Instalaciones descubiertas con algunos de los animales sometidos a descreste y desbarbe para su utilización en peleas ilegales. GUARDIA CIVIL

Aunque cuando se habla de peleas clandestinas de gallos la mente suele viajar al momento hacia países como México, lo cierto es que esta práctica está más arraigada en España de lo que pueda pensarse, hasta el punto de que es una práctica permitida bajo ciertas condiciones en Canarias y Andalucía, al menos hasta que se aplique la nueva ley de bienestar animal que las erradicará. Y quizás también esté presente en Galicia, aunque sea fuera de la ley.

Eso es lo que se puede pensar tras la detención en Valencia de un veterinario de 59 años al que acusan de cortar la cresta y desbarbar a más de 4.000 gallos para peleas ilegales, alguno de ellos en la provincia de Pontevedra.

La llamada operación Cornellius de la Guardia Civil permitió estrechar el cerco sobre la clínica veterinaria del sospechoso, donde analizaron las actas pertinentes para esta actividad. Después de revisar esa documentación, los agentes descubrieron más de cien documentos en los que figuraban 4.445 gallos tipo combatiente español descrestados y desbarbados, tanto machos como hembras.

El veterinario llevó a cabo este tipo de maltrato en Pontevedra, pero también en Alicante, Almería, Asturias, Cáceres, Cádiz, Cantabria, Castellón, Granada, Huelva, Madrid, Murcia, Palma de Mallorca, Sevilla, Toledo, Valencia y Zaragoza. En algunas de ellas ni siquiera llegó a estar presente, por lo que extendió un acta falsa sobre esa operación.

Además, todos los gallos fueron descrestados y desbarbados cuando tenían un mes, tres e incluso nueve meses. La legislación marca que estas prácticas solo puede realizarse en menos de 72 horas desde su nacimiento.

Normalmente, este tipo de prácticas son utilizadas para las peleas ilegales de gallos. Legalmente, esta mutilación se realiza a esta especie por bienestar animal y, exclusivamente, a los machos. Este hecho trae como consecuencia un postoperatorio muy doloroso, ya que afecta a numerosas terminaciones nerviosas.

El hombre fue detenido como presunto autor de un delito de falsedad documental y delito continuado de maltrato animal. Y su arresto pone en evidencia la posible existencia de un submundo de peleas clandestinas de gallos y apuestas ilegales dentro de la comunidad gallega.