Unos 40 años, complexión atlética, con gorra roja y un trapo o similar para taparse el rostro. Ese es el perfil del individuo que llevaba tiempo masturbándose detrás (o al lado) de mujeres de todas las edades mientras tomaban el sol en la playa de Lourido.
Hoy se sabe que el investigado, detenido por la Policía Local tras ser cazado in fraganti por dos de ellas, es miembro de la Comisaría Provincial. El Cuerpo Nacional de Policía, fiel a su política de tolerancia cero con las conductas impropias en el seno de la Institución, ha abierto un expediente de forma inmediata para depurar responsabilidades.
La Policía Local de Poio acumula numerosas denuncias por los mismos hechos. Algunas fuentes aseguran que ya desde hace varios años se conocen actividades similares por parte del citado individuo.
Entre las víctimas se cuentan mujeres de mediana edad, pero también muy jóvenes, que se vieron sorprendidas por la presencia del exhibicionista, a plena luz del día. Su última aparición tuvo lugar el día 28, cuando fue observado por una mujer, que alertó a los agentes, e identificado plenamente por otra, la que era "objetivo" del sospechoso.
A efectos penales, la responsabilidad por parte del agente es limitada. De hecho, en los últimos meses han surgido voces que piden que la masturbación en presencia de una mujer se convierta en un delito, pero lo cierto es que por el momento no pasa de ser una infracción leve que se salda con una sanción económica.
Próximas reformas legislativas podrían retocar esta cuestión, pero ya no afectarían al investigado.
