Estudian la existencia de un santuario de la edad de hierro en el entorno del Monte Pindo

En el entorno del Monte Pindo (Carnota, A Coruña) hay más de doscientos petroglifos, algunos de la edad de bronce pero otros de la edad de hierro, lo que sugiere la hipótesis de que en esta zona existía un santuario debido a su importancia como espacio ritual. Así lo ha explicado a Efe Antón Malde, director arqueológico de los Proyectos Torre dos Mouros y Castro de Mallou, que hoy participa en el III Simposium Monte Pindo: El Olimpo Celta a debate que se celebra en la localidad coruñesa de Lira.

Según este experto, en el Monte Pindo hay inscripciones de la época medieval y en la sierra Bico da Fonte, que limita con el Ayuntamiento de Muros, hay unos 200 petroglifos incluso de la edad de hierro "claramente identificados por su tipología y cómo están ejecutados".

La otra hipótesis en la que se basa que esta zona pudo ser un santuario de la edad de hierro es que el Monte Pindo es de una importancia ritual "enorme". En esta jornada de divulgación científica, que aspira a convertirse en una cita imprescindible para la actualidad de este entorno, han intervenido además expertos en biodiversidad, geología e historia.

Hasta ahora se consideraba que el factor que determinaba la inexistencia de castros entre Castro Mallou y el Monte Pindo, separados por siete kilómetros, eras la salinidad del terreno, pero este experto aboga por replantear dicha hipótesis por el efecto ritual del monte. "Pensamos que en el entorno del Monte Pindo puede existir un espacio ritual muy grande, que coincide con la presencia de un conjunto de petroglifos de la edad de bronce, pero también los hay de la edad de hierro, que puede tener relación con una zona ritual muy amplia" alrededor de este monte, como un santuario.

Quizá pueda demostrarse la existencia de santuarios galaicos de la edad de hierro en Carnota, continúa, que se podrían identificar por los petroglifos adscribibles a la edad de hierro y los lugares que permiten la congregación de gente. "Hacían algún tipo de ritual pero hasta que no excavemos no podemos saber qué provocó que ese lugar tuviera una importancia enorme", ha enfatizado.

A este monte, referente ya en la antigüedad, ha continuado, le favorecen este tipo de investigaciones en aras de su mayor protección y conservación, tras ser arrasado por el fuego el pasado verano. El secretario de la Asociación Monte Pindo, Mario Maceiras, ha sostenido a Efe que este tipo de jornadas aspiran a dar a conocer los valores del monte y despejar los prejuicios tradicionales de que "es un pedregal sin especial interés".

Comentarios