La esposa del líder de los Miguelianos: "Ni es un brujo ni yo estoy abducida"

María Carmen Sánchez tilda de "montaje" la causa contra el fundador de la orden. Defiende que no es normal que su marido, "que no ha cometido ningún delito", esté todavía en prisión provisional 

La esposa de Miguel Rosendo, líder la extinta Orden y Mandato de San Miguel Arcángel -conocida como Miguelianos-, ha defendido este viernes que su marido "no es ningún brujo ni un sectario" y que jamás cometió abusos sexuales ni vejaciones, ya que en tal caso ella hubiera sido la primera en denunciarlo.

En rueda de prensa acompañada por el abogado de su marido y varias consagradas de la presunta secta, María Carmen Sánchez ha tildado de "montaje" la causa contra el fundador de la orden, al tiempo que ha asegurado que no es normal que su marido, "que no ha cometido ningún delito", esté todavía en prisión provisional desde hace tres años, cuando ingreso en diciembre de 2014.

"Mi marido no es ningún brujo ni ningún sectario, y yo no estoy abducida", ha señalado la esposa de Feliciano Miguel Rosendo, que ha querido dejar claro que nunca hubo abusos sexuales, ni vejaciones ni humillaciones.

Y ha apostillado: "Si lo veo no lo permito, lo primero que haría sería denunciarlo y de eso no hubo nada de nada. No es no".

La Fiscalía ha pedido la apertura de juicio oral contra siete integrantes de los "miguelianos", entre ellos el considerado líder, Miguel Rosendo da Silva, entre quienes no se encuentra Marta Paz Alonso, considerada mano derecha de éste.

La causa se sigue por los presuntos delitos de asociación ilícita, contra la Hacienda Pública y abuso sexual, este último solo con respecto a Rosendo da Silva.

Tanto la esposa de Rosendo como el resto de consagradas que han tomado la palabra y tres sacerdotes de Madrid ante los medios han cargado contra el sacerdote Isaac de Vega, asistente eclesiástico de la orden, que fue la persona que alertó a las autoridades de los presuntos abusos sexuales y psicológicos por parte del líder de los "miguelianos", al que acusaba también de numerosas irregularidades económicas.

En su opinión, De Vega no ha dicho más que "mentiras" y "ha cometido falso testimonio" en su declaración judicial, algo de lo que también han acusado al obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro.

Por su parte, el abogado de Rosendo, Marcos García Montes, ha dicho que la causa es más bien un "auto sacramental" como "si fuera de la propia inquisición" y ha insistido en que pedirá una vez más su libertad provisional.

El letrado ha negado que se cometieran los abusos cuando muchas de las consagradas son "vírgenes" y que se cometiera el blanqueo de capitales, al tiempo que ha cargado contra la Conferencia Episcopal por "quitarse de en medio" en este asunto, lo que les ha empujado a acudir al Vaticano para "que se sepa lo que ha pasado".

La Orden y Mandato de San Miguel Arcángel fue reconocida por la Diócesis de Tui-Vigo en julio de 2009 como asociación pública de fieles con derecho diocesano

Tres años después, la Diócesis tuvo conocimiento de unas supuestas "irregularidades" y para comprobar su veracidad nombró a un visitador canónico, que elaboró un informe que fue la base para que la Iglesia apartara cautelarmente a Rosendo por su "conducta moral".

No fue hasta que estalló el escándalo cuando la Diócesis retiró su apoyo a esta organización y a su derivada, llamada Serviam, que se había establecido en Madrid.

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