El escrutinio definitivo de la elecciones municipales de este domingo confirma que el Partido Popular se queda a un escaño de la mayoría absoluta en la Diputación de Ourense. El todavía presidente en funciones, Manuel Baltar, tendrá que recurrir a acuerdos para revalidar su cargo o bien gobernar en minoría. Y ya se ha iniciado el cruce de declaraciones.
Este miércoles la Junta Electoral de Zona de Ourense ha ratificado la composición del pleno de la Diputación del siguiente modo: 12 escaños para el PP; 9 para el PSOE; dos para Democracia Ouresana (DO); el BNG mantendría el diputado actual; e irrumpiría Ciudadanos con un representante que podría ser la llave de gobierno.
Los votos del partido judicial de Ourense, compuesto por 37 municipios, han sido la clave para el cambio en el ente provincial. De hecho, según han informado fuentes populares, Baltar se ha quedado a 853 votos de conseguir en esta zona el diputado provincial que le falta para la mayoría absoluta. Así, el escrutinio definitivo confirma que el PP pierde en Ourense dos escaños con respecto a las elecciones pasadas.
Al frente del gobierno provincial han estado durante los últimos 31 años José Manuel Baltar y su padre y predecesor José Luis Baltar. Sin embargo, tras los últimos recuentos de algunas mesas electorales y con los datos ratificados por la Junta Electoral, se abre un escenario inédito en el que el PP tendrá que recurrir a acuerdos.
Por dónde pasará la futura gobernabilidad del ente provincial no está del todo claro. El escaño con el que irrumpe Ciudadanos en la Diputación es una de las "claves", según admiten desde esta formación. El partido liderado por Albert Rivera tiene previsto reunirse próximamente para decidir sobre su política de pactos.
En este sentido, la candidata de Ciudadanos a la Alcaldía de Xinzo de Limia, la expopular Montse Lama, ha expresado este miércoles que ve "necesario" renovarse "en políticos y en políticas" en Ourense, puesto que la provincia precisa "avanzar". También ha añadido que en su momento salió del pazo provincial con la cabeza "muy alta" y le gustaría volver a entrar "con la cabeza muy alta".
UN PACTO A CUATRO. Otro escenario posible pasaría por un acuerdo entre el PP y Democracia Ourensana. Sin embargo, su presidente, Gonzalo Pérez Jácome, apuesta por la expulsión del presidente popular con un pacto a cuatro entre su partido, PSOE, BNG y Ciudadanos. En el caso de no lograrse este frente común, DO tampoco se cierra a alcanzar un acuerdo con el PP.
Por su parte, fuentes del PSOE ourensano han insistido a Europa Press en que no hay otra posibilidad que no pase por la "unidad" del voto del resto de formaciones para echar al PP del gobierno provincial. De igual manera se ha manifestado el BNG, que afirma que dará "prioridad absoluta" no solo a que el PP se vaya de la Diputación, sino a "eliminar la saga familiar" de los Baltar.
Para lograr este acuerdo a cuatro, tanto DO, como PSOE y BNG miran hacia Ciudadanos y los retan a "no ser apéndices del PP" y a "eliminar cualquier vestigio de caciquismo en la provincia".
Preguntado por un hipotético acercamiento de Ciudadanos al PP, Caballero ha conminado al líder de la formación naranja, Albert Rivera, a decir "cuál es su posición política" y si realmente está a favor de la regeneración democrática, una de las banderas de esta formación.
"Si cree que pactar con la derecha caciquil" del clan Baltar es la "fórmula de regenerar la vida democrática", entonces "el discurso queda finiquitado en cuanto a la regeneración de vida política", ha apostillado Caballero, quien ha advertido de que "cada uno" se "retratará" a sí mismo durante este tiempo de las negociaciones.
