"El gas es caro y contamina". Ese es el mensaje que, a más de 30 metros de altura, activistas de Greenpeace han colocado este lunes en los depósitos de la planta regasificadora de Reganosa en Mugardos para demandar su cierre.
También piden a la clase política y a las empresas energéticas "un plan de abandono progresivo del gas" en España. La organización ecologista denuncia la dependencia del gas, "causante de la subida del precio de la energía y de la emergencia climática".
🔴🔴🔴 ACCIÓN🔴🔴🔴
— Greenpeace España (@greenpeace_esp) November 15, 2021
Entramos en la planta regasificadora de REGANOSA, en A Coruña.
🔴Nuestros escaladores despliegan pancartas a 30 m de altura.
⚠️ #ElGasEsCaroYContamina
📢Pedimos una hoja de ruta YA para superar nuestra dependencia del GAS FÓSIL.
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El gas, apuntan, es un combustible fósil contaminante, como lo son el petróleo o el carbón. Se trata, según dice Greenpeace, "de un potente emisor de gases de efecto invernadero compuesto fundamentalmente por metano, un gas con un potencial de calentamiento global 84 veces superior al del CO2 a los 20 años, y sin su eliminación paulatina no se podrá frenar la emergencia climática y la crisis energética".