La lista de concellos afectados por la plaga de la polilla guatemalteca confirma los peores presagios para A Mariña lucense y Ferrolterra: en total son 31 los municipios gallegos infestados, de los cuales 18 se corresponden con el norte de la provincia de Lugo y el resto, trece, a las comarcas coruñesas de Ferrol, Eume y Ortegal. Todos han sido puestos en cuarentena y no deberían cultivar patata hasta nuevo aviso.
La directora xeral de Gandería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias de la Xunta, Belén do Campo, ha trasladado a alcaldes y representantes de algunos de los ayuntamientos la necesidad de prohibir la plantación de este tubérculo con el objetivo de erradicar la denominada 'Tecia solanivora Povolny', conocida popularmente como polilla guatemalteca y en gallego denominada couza. Aunque ha precisado que el Ministerio de Agricultura todavía trabaja en la elaboración del real decreto que recoge esa prohibición, la responsable autonómica ha hecho "un llamamiento a la población, a toda esa gente que por costumbre planta sus propias patatas para el autoconsumo y sus familias", para que, "por responsabilidad en estos momentos" en esas zonas no la planten. "Sobre todo porque estamos a unos días, en un mes o mes y medio, para que el ministerio ya las detenga por real decreto y que tendrá que ser cumplido", ha abundado.
Según una resolución de 2 de febrero de este año, publicada este lunes en el Diario Oficial de Galicia (DOG), son ya 18 los ayuntamientos afectados por esta plaga en la provincia de Lugo. En concreto, se trata de O Vicedo, Viveiro, Xove, Cervo, Burela, Foz, Barreiros, Ribadeo, Trabada, Lourenzá, Mondoñedo, Alfoz, O Valadouro, Ourol, Abadín, A Pastoriza, Riotorto y A Pontenova.
En 2015 y 2016 "se destruyeron 6.800 kilos de patacas" por la polilla guatemalteca en las comarcas de A Mariña y Ferrolterra
A esa lista se suman otros trece municipios en suelo coruñés: Ferrol, Narón, Neda, Valdoviño, San Sadurniño, A Capela, Fene, Mugardos, Ares, Cabanas, Ortigueira, Mañón y As Pontes de García Rodríguez.
La directora xeral de Gandería incidió en que éste es "un problema que preocupa" a la Xunta. "Y con el que llevamos trabajando desde el año 2015". Y es que, aunque la plaga se concentra en zonas donde la patata se cultiva para el autoconsumo, temen que "podrían llegar a zonas productivas si no se toman medidas, y que podría incluso afectar a la IXP (Indicación Xeográfica Protexida) Pataca de Galicia".
También Do Campo ha asegurado que el Ministerio de Agricultura ha trasladado a todas las comunidades autónomas afectadas "un real decreto de actuación, con la posibilidad de formalizar cualquier alegación en un plazo de siete días". "Y es, por ello, por lo que queremos escuchar a los alcaldes", ha afirmado. "Y este mismo martes (7 de febrero) mantendremos durante la tarde una reunión con las tres organizaciones agrarias y el próximo miércoles con representantes de la IXP Pataca de Galicia", ha abundado.
A los productores que lo solicitaron en años anteriores se les pagó una indemnización de treinta céntimos por kilo de patata destruida
La responsable de la Xunta también ha destacado que a lo largo de los últimos meses se ha instalado trampas para tratar de "atrapar" estas polillas y que han dado un resultado "positivo". Al mismo tiempo ha apuntado que la instalación de estos métodos de eliminación de donde no se había detectado, "no atraparon ninguna, lo que es una buena noticia".
A preguntas de los medios de comunicación, Belén do Campo ha asegurado que desde que apareció en 2015 la plaga de las polillas guatemalteca, tanto en la comarca de Ferrolterra como de A Mariña lucense, en dos años, 2015 y 2016, "se destruyeron 6.800 kilos de patacas y esos productores que lo solicitaron se les pagó una indemnización de treinta céntimos por kilo de patata".
En esta línea ha trasladado que en el real decreto que recoge la prohibición de realizar nuevas plantaciones en esta zonas "ya van recogidas indemnizaciones en aquellas zonas en las que no está prohibida su plantación y resulten afectadas", pero no se contempla ninguna medida compensatoria en las zonas de prohibición de plantación.
