Los hospitales del Servizo Galego de Saúde realizaron, en los seis primeros meses de este año, un total de 156 trasplantes de órganos, de los que nueve fueron de corazón, 22 de pulmón, 40 de hígado, 77 de riñón y ocho de páncreas, según los datos registrados por la Oficina de Coordinación de Transplantes. Estos registros revelan que el mes con más intervenciones fue el de marzo, con 41; seguido del de enero, con 27; mayo, con 26; abril, con 23; junio, con 22; y febrero, con 17.
Por hospitales, 123 trasplantes fueron realizados en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (nueve de corazón, 22 de pulmón, 22 de hígado, 63 de riñón y siete de páncreas) y 33 en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (14 de riñón, 18 de hígado y uno de páncreas).
Asimismo, los datos de esta oficina indican que, en el primero semestre de 2011, el número de donantes de órganos alcanzó la cifra de 58. Las donaciones procedentes de cadáver fueron 45 (20 en los hospitales de la provincia de A Coruña, 6 en los de Lugo, dos en Ourense, y 17 en los de Pontevedra). Los de donante vivo fueron 13.
Además, durante los seis primeros meses del año, 2.614 gallegos solicitaron la tarjeta de donante, de los cuales 306 lo hicieron en enero, 440 en febrero, 469 en el mes de marzo, 471 en abril, 420 en mayo, y 508 en junio. Así, Galicia cuenta ya con un total de 80.733 personas con carné de donante de órganos.
La directora de Asistencia Sanitaria del Sergas, Nieves Domínguez, resalta que el número de trasplantes se ha incrementado "un pouquiño" respecto al mismo periodo del año anterior. Asimismo, destaca el "bo funcionamento" de los trasplantes de riñón de donantes vivos, una práctica que, según defendió, "hay que seguir fomentando".
Otro aspecto que resaltó la responsable sanitaria es la reducción de las negativas familiares, tendencia que espera que se mantenga hasta finales de año. La mayoría de las negativas a donar órganos en Galicia se deben, principalmente, a razones de fe.
Así, entre los principales motivos esgrimidos para no donar están el tratamiento del cadáver --desfiguración, abandono del fallecido o tardanza en recuperar el cuerpo--, que la persona todavía esté viva, que la den por muerta antes de tiempo, el tráfico de órganos, lo que pensarán otros familiares o vecinos o motivos ligados con la religión, como problemas con la resurrección o una supuesta oposición de la Iglesia.
