''El registro de instrucciones previas no garantiza el respeto a la voluntad del paciente''

Cada vez más gallegos ''enfermos, sanos y de todas las edades e incluso con convicciones religiosas'' optan por dejar constancia de los cuidados que desean en el caso de sufrir una enfermedad mortal. Según la Asociación Dereito a Morrer Dignamente (DMD) más de un centenar de personas se dirigen cada año a su colectivo para redactar un testamento vital.

Sin garantía
Los primeros datos del registro gallego son recibido de forma ''positiva'' por la presidenta de DMD, Carmen Vázquez, aunque considera que la nueva herramienta ''no supone una garantía para que se respete la voluntad del paciente, que se encuentra a expensas de las decisiones médicas''.

''Los políticos se lavan la cara al presentar los datos, pero falta que se informe de la posiblidad de dejar instrucciones previas a los pacientes y al propio personal médico'', constata la viguesa, que denuncia que la regulación de la eutanasia ''sigue bloqueada en el mismo punto que cuando murió Ramón San Pedro'' en 1998, de modo que ''determinados casos quedan descubiertos''.

Falta de información
La asociación, que lleva 20 años en activo, sostiene que ''muy pocas personas'' se dirigieron a ellos interesándose por la inclusión de su escrito de instrucciones previas en el Regaip, lo que demuestra, en su opinión, ''la falta de información, pues mucha gente ni siquiera sabe que existe'' este banco de datos activo desde febrero.

En cuanto al funcionamiento del registro estatal, Vázquez critica que la lentitud en la informatización de estos documentos y en la sincronización entre comunidades ''provoca situaciones inéditas, como que un médico tenga que esperar para poder acceder al documento, porque los funcionarios que lo atienden tienen horario de oficina''.

Comentarios